Edicion febrero 15, 2025
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La importancia de: lectores, oyentes y televidentes, receptores informativos

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La importancia de: lectores, oyentes y televidentes, receptores informativos

Columnista - Martín Barros Choles
Columnista – Martín Nicolás Barros Choles

El periodismo es una actividad de servicio informativo, indispensable y necesaria, en nuestra sociedad, para receptar informaciones globalizadas, generalizadas y particularizadas, fundamentadas en hechos objetivos y subjetivos, pasados, presentes y proyecciones futuras, de diferentes formas: noticiosas, relevantes, notorias, investigativas y de análisis; dirigidas a transmitir publicaciones, difusiones y divulgaciones; de diferentes formas, a través de distintos medios, escritos, orales y televisivos.

En cuanto a informaciones escritas, condensadas y plasmadas en documentos textuales (libros), se exhiben y presentan de manera diferentes a la dinámica periodística permanente y actualizada, cuya labor es difundir contenidos e imágenes, originados en acontecimientos de interés público y privado, y mediante artículos de opinión sobre temas y asuntos, sujetos a apreciación y valoración de receptores habituados a la lectura, para enriquecer conocimiento e información personal.

La importancia en los efectos de transmisiones periodísticas radica en los receptores: lectores, oyentes y televidentes; quienes observan y califican contenidos, de acuerdo a percepciones, conforme a objetividad, veracidad e imparcialidad, que acreditan confiabilidad en los medios de comunicación y periodistas, profesionales, empíricos y columnistas, entre otros, originando seguimientos continuados o descartándolos, por variados motivos que inciden en el gusto personalizado, fundamentado en la forma y estilo informativo, caracterizado por selectividad e importancia.

Los receptores son los jurados populares, que termometrizan el rating de tendencias en el periodismo rutinario. Estos gustos pueden asimilarse a un menú (platos de comidas), en restaurantes, comedores, fritangas o merenderos de alimentos. Se debe guardar fidelidad y respeto por los receptores, no utilizarlos para engaños, abusando con mentiras, manipulaciones, falsedades y desorientaciones, generando dudas e incertidumbre o induciendo a errores, confusiones o provocaciones disociativas. Los receptores priorizan y deben ser tratados con seriedad y buena fe informativa.

La preferencia de receptores se atrae de manera consciente, por diferentes factores integrales, que se mezclan para saborear salsas, condimentos y verduras, combinados con carnes, mariscos y otros ingredientes; apropiados para el consumo, direccionados de forma clasificada: ilustrativa, verídica, ordenada, bajo control y responsabilidad de la dirección del medio de comunicación y de quienes participan en la integración de contenidos editados, programados o proyectados a difundir, en las competencias informativas de atracción y cotización de calidad. Ganar receptores depende del menú informativo que divulguen. Todos los medios tienen fanes, claro está, unos más que otros, por diferentes criterios generadores de opciones preferenciales particularizadas.

Las operaciones periodísticas conllevan costos, como cualquier actividad y servicios domésticos, técnicos o especiales que se presten, y los gastos los asumen diariamente directores de medios, de su propio peculio, para llevar a cabo una edición o programación rutinaria, difundiendo divulgación informativa de interés: social, política, económica, deportiva, ambiental, etc. Se requiere de la participación directa de un equipo operativo que procesa y colaboradores voluntarios solidarizados con el sacrificio de quienes manejan y direccionan medios de comunicación en estas localidades descentralizadas, de provincias y regiones territoriales; que merecen apoyo popular, independiente a la contratación de espacios noticiosos, propagandísticos y publicitarios esporádicos, ordenados por comerciantes y prestadores de servicios públicos.

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Los dueños de medios asumen múltiples obligaciones laborales, administrativas, servicios públicos domiciliarios, transportes, entre otras, por lo que me permito abogar para fortalecer el servicio y no compadecer mendicidad, en el cuarto poder de comunicación vital, a quienes diariamente se dedican de tiempo completo a preparar y cocinar el menú que nos suministran, de variadas informaciones, dignas de compensaciones espontáneas, para estimular las actividades periodísticas que de corazón encarnan con vocación: comunicadores, periodistas y columnistas, dedicados única y exclusivamente a la labor de investigar e informar a sus amables y habituados receptores.

El periodismo en libertad de prensa y opinión no puede estar atado, arrodillado y controlado por motivos de pagos remunerados de servicios, en espacios pautados, ni mucho menos condicionado a exigencias y complacencias, que empañan y desmeritan la ética del servicio loable, en acción positiva. Tampoco ceder a indebidas pretensiones, intimidaciones y amenazas. Los medios de comunicación deben ejercer libres de apremios, coacciones, presiones y limitaciones, como ocultar, callar, omitir, eximir, distorsionar, manipular, desinformar, malinformar de mala fe y hasta autocensurarse por miedo, condiciones o compromisos.

En La Guajira, lectores y oyentes, démosles las manos a servidores de comunicación, de radio y prensa escrita, por su dedicación única y exclusiva a localizar, investigar, analizar, armar y procesar (cocinar) para servir platos de menú noticioso y de opiniones, de quienes seguiremos en columna de sostén y solidaridad, con directores, periodistas y comunicadores; enamorados del servicio público, que debe retribuirse con donaciones y contribuciones voluntarias, a título de patrocinios, similares a donaciones destinadas a deportes, cultura, reinados, iglesias, entre otras. Las donaciones se deducen y descuentan en liquidaciones y pagos del impuesto de renta.

NOTA. Para mis apreciados seguidores y lectores, con mucho gusto de manera voluntaria, preparé durante la presente vigencia, 48 variedades de menú (artículos) en picadas y platos fuertes, sobre temas y asuntos locales, regionales, nacionales e internacionales; para deleitar, degustar y compartir, manjares de nutrición informativa, de manera elemental, puntual, castiza, objetiva e imparcial; sin señalamientos, ni alabos inmerecidos retributivos, para facilitar la comprensión, interpretación y entendimiento, sazonadas con empatía y buen humor, ensalzadas con alegría, cocidas a fuego lento, servidas en nuestros medios de consumiciones escritos de La Guajira, agradeciendo manifestaciones personales, observaciones, sugerencias e información relacionadas con temas actualizados, que nos atañen e interesan.

A todos les deseo FELIZ NAVIDAD, ventura y prosperidad en el Año Nuevo. Que Dios colme de bendiciones a los hogares y las familias. Volveré con mi columna semanal, a partir de la segunda semana del mes de enero. Recibo aguinaldo de quienes les sea posible. Cualquier detalle generoso es valorado con cariño y amor, digno de agradecer. Abrazos para mi gente, hasta el próximo año. Bye, bye.

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