Edicion enero 24, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA
Publicidad

Comparte

Columnista – Byron Miguel Barros Mejia

Cómo al gran estilo de los mexicanos el día de los muertos en la Guajira es un día donde los nativos de la región se dan cita en los diferentes cementerios para rendir una gran morada a sus fieles difuntos y así de esta manera recordar lo que fueron en vida y pasar ese día con sus seres queridos. Para muchos toda una fiesta donde se activa el comercio local a las afueras de los cementerios y plazas públicas de mercado, con la compra de arreglos florales, velones, pintura y demás, para embellecer la tumba donde está aquel familiar y no dejar pasar este día por alto.

Para otros es un día muy normal con mucho respeto y tabú dependiendo la religión que predica. Pero sinceramente hablando, es toda una fiesta con las ventas que se originan fuera de los cementerios, con comidas tradicionales propias de la región, sancocho, pastelitos y demás, son unas de las muchas comidas más vendida, por qué la gente de verdad que se pasa todo este día al lado de su tumba conversando y hablando y hasta algunos tomando whisky recordando aquel  hijo, amigo o compadre con que vivió grandes momentos.

En la ciudades más concurrida de México el día de los muertos comienza con la celebración de Halloween, pero esto si es una fiesta de verdad, con comida, tragos y muchos disfraz para celebrar el día de las brujas, posteriormente el día de los santos y finalizar en los cementerios con los difuntos el 2 de noviembre, donde se le rinde un homenaje póstumo con tragos y bailes tradicionales y mucha comida donde algunos llegan  afirmar que los muertos ese día comen y así le llevan toda esa comida que en vida siempre le gustaban, comida predilectas, banquetes al estilo de ese país. En la película Coco de Disney se puede evidenciar toda esta tradición mexicana.

Personalmente es el día de mi cumpleaños, pues ya se pueden imaginar cuando digo que cumplo años el 2 de noviembre, muchos se asombran, y hasta bullying he llevado, como que ese día no es apto para nacer si no para morir. Desde niño siempre conviví con eso, de ver qué me tocó celebrar el día de mi cumpleaños el día de los muertos, muy temprano todos en mi pueblo el 2 de noviembre suelen salir para el cementerio a pasar ese día con sus muertos, donde lloran, se entristecen y se convierte en día de luto y consolaciones. Mis abuelos nunca dejaron celebrar mi cumpleaños ese día porque le decían a mis padres que ese día era de los muertos y no se podía prender parranda ni nada por el estilo. Sinceramente eso era malo y podía ser de mal gusto en el pueblo.

Al pasar los años fui creciendo con esas creencias propias de nuestros ancestros y alguna vez llegué a reprochar porque me toca nacer ese día, pero sinceramente son cosas de pelao como dicen, hoy siento gran satisfacción al nacer el día de los fieles difuntos y hasta veces piensos que la honra de mis más queridos familiares queridos me cuidad y siempre están viendo de mi. Con tanta traumatología que me tocó vivir son respeto a la muerte, sentía un gran medio con los velorios, las urnas y en las casas donde velaban un muerto no entraba hasta cierta fecha prudente. Pero todo cambió el día que murió, Alcira Remedio Mejía Toro, mi abuela materna, pensé que la muerte no iba a golpear el seno de mi familia pero un 24 de noviembre llegó la triste noticia de la muerte de mamá, fue en horas de la mañana yo estaba enguayado, venía de un par de cumpleaños de unos amigos. Alcira fue aquella señora que nunca dejó festejar mi cumpleaños porque siempre dijo que eso era malo, ese día era de los muertos.

Publicidad

Para seguirle contado el día de la muerte de mi abuela yo no sabía qué hacer, y me dediqué personalmente a organizar todo y que no le hiciera falta nada en su velorio, organice silla, carpas y toda la sala de mi casa para que mi abuela pasara la última noche con nosotros, ya no sentía miedo ni ningún tabú sobre la muerte, sentía todo tan normal, mientras muchos lloraban. Yo siempre estaba pensando en que hacía falta para que mi abuela se fuera con esa felicidad que siempre la caracterizó y esa sonrisa que quedó plasmada en el rostro cuando estaba dentro del féretro para su entierro cristiano. Cómo lo dije anteriormente ya no tengo miedo y desde ese entonces me gusta ir a los entierros, cargar al muerto, y ver cómo quedaron cuando están dentro de la urnas. También últimamente celebro mi cumpleaños con una respectiva parranda al estilo muy particular Guajiro. Siempre recordando aquellos muertos que se nos fueron, tomando y hasta borracho ahora lloro a Quintín Nicolás Mejía Redondo “Sanche” que murió en mi casa y hasta lo vi cómo lo preparaban y quería meter la mano porque veía que ese señor que lo estaba preparando le hacía muy duro con aquella aguja, pero que va, ya el muerto es muerto. Así mismo como no recordar a Gladis Alvarado Mejia con quién pase sus últimos años sacándole sonrisa y hasta un nojodazo y el dolor que siento en carne como si lo hubiese vivido, es el sufrimiento que sintió mi padre cuando se le murió su mamá Delfina Argote y lo dejó huérfano a sus 8 años…. Siemprelos voy a recordar y van a vivir en mí….  y el 2 de noviembre es el cumpleaños de Byron Barros y el día de los muertos.

Publicidad

úLTIMAS NOTICIAS

Noticias Más Leídas

Publicidad