AHORA MIS OJOS TE VEN

5. “De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven”. Job 42.
Nada se escapa del poder de Dios; Él hace todo lo que se propone y desea. Después de oír dos discursos de Dios, Job reconoce claramente Su soberanía, citando Sus palabras: “¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?” (v. 3).
Job confiesa que hablaba de lo que no entendía. Había dicho a Dios que no volvería a hablar (Job 40:5), pero cambia de opinión. Después de oír, ahora ve a Dios con sus ojos (v. 5). La relación es muy diferente cuando oímos o vemos la revelación de Dios. Job tuvo un encuentro con el Creador en los dos discursos que oye de Él, recibe respuesta a sus preguntas y ve con sus ojos al Soberano.
Después de ver y experimentar a Dios, Job es transformado radicalmente. “Por eso me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza” (v. 6). El versículo 6 puede ser traducido de diversas maneras. Podemos enfatizar en el arrepentimiento, en el nuevo conocimiento o en el consuelo que experimenta Job. Lo cierto es que las palabras de Dios provocan un cambio en la forma de pensar de Job. Él reconoce haber sido falto de entendimiento y entiende que su óptica es muy limitada en comparación al consejo de Dios, siempre profundo y alto. Después de reconocer este cambio, el Señor vuelve a pronunciarse (v. 6).
Job pudo renunciar su egoísta manera de ver las cosas, al ver a Dios y dejar de limitar Sus obras a los esquemas de felicidad o desgracia humana. Es así como empieza a aceptar Su soberanía.
Finalmente, Job comprende la gran y maravillosa voluntad de Dios. Si bien antes solo conocía de oídas y tenía una fe conceptual, luego de verlo con sus propios ojos, alcanza una fe viva y activa. El sufrimiento del hombre continuará hasta que se acabe la historia de la humanidad. Por lo tanto, debemos resolver los problemas de la aflicción confiando en que Dios controla la historia.
El sufrimiento es un camino que nos lleva a conocer la increíble providencia del Señor, la cual supera nuestras limitaciones. Al final, siempre nos encontraremos con Él, quien hace que todas las cosas nos ayuden a bien, cuando le llevemos todos los problemas del sufrimiento que atravesamos en este mundo. En la voluntad de Dios, la aflicción se transforma en bendición, en vez de terminar en sufrimiento. Dios les guarde.