Edicion febrero 15, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA

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UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA

1. “Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar no existía más”. Apocalipsis 21.

Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

Los que vencen, heredarán el reino de Dios, porque fueron adoptados como hijos suyos. Cuando las primeras cosas hayan pasado, una nueva ciudad, la nueva Jerusalén, descenderá del cielo, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. No habrá más llanto, ni dolor, ni muerte; porque las primeras cosas pasaron. Solamente resta disfrutar gratuitamente de la fuente de agua de la vida. La relación entre Dios y los santos es de un rey y su pueblo, pero a la vez, del Padre y sus hijos.

Jesucristo es el principio y el fin; el Creador y Juez. Él renovará todas las cosas. Nosotros debemos perseverar, esperando ese día. Cuanto más grande sea nuestra esperanza, más paciente y más fuertes seremos.

A diferencia de los que entran a un cielo nuevo y una tierra nueva, hay otros que tendrán su parte en la perdición eterna. Son los que se han enfrentado a Dios; no solamente han ignorado y menospreciado la advertencia de volver al Señor; sino que han puesto tropiezo a los que trataban de guardar su fe en Cristo y han derramado su sangre.

También incluimos a los que han dejado su fe por temor a la persecución; a los que no han creído en Cristo; a los seguidores de Satanás; a los que han menospreciado la vida; a los fornicarios, idólatras y los que se han opuesto a la verdad. A todos ellos les espera el juicio que los lanzará en el lago de fuego y azufre. Esta es la muerte segunda. Debemos anunciar que Jesús es el único camino de salvación a todos aquellos que aún en este momento, están corriendo hacia su propia destrucción.

A lo largo de la historia de la humanidad, los hombres siempre tuvieron sueños de una utopía porque el mundo está lleno de irracionalidad y sufrimiento. Qué gran vanidad sería si esta vida lo fuera todo. Pero la Biblia promete un cielo nuevo y una tierra nueva, donde no hay ni lágrimas, ni dolor, ni muerte.

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La alegría del hombre se halla en la perfecta comunión con Dios. En el futuro viviremos junto a Él, en un cielo y una tierra nueva, en medio de una asombrosa gloria. El gozo que el fiel disfruta aquí en la tierra no se parece en lo más mínimo. En la primera resurrección nos transformaremos y tendremos una relación divina con Dios en Su reino. Este es nuestro glorioso futuro

La mayor bendición es vivir junto a Dios, esperando el nuevo cielo y la nueva tierra. Dios les guarde.

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