
Uno de los pueblos emblemáticos y hechos sobresalientes en la historia del vallenato, de personajes míticos salidos de leyendas fabulosas, es sin duda EL PLAN, corregimiento de La Jagua del Pilar, que hizo parte del Villanueva grande, enmarcó la ruta de lo más granado del folclor, inmortalizando a tres de sus hijos: Emiliano Zuleta Baquero, “Toño” Salas Baquero y María Baquero Araujo.
Los tres unidos por la fábula y la fantasía en las canciones de Rafael Escalona, y los compinches de “Mile”, “Poncho” Cotes, Andrés Becerra y Beltrán Orozco, entrelazaron sus noches parranderas en casa de la “Vieja Sara”, dejando la mayor historia del vallenato cantado por Escalona.
El Plan, enseñoreado con sus 800 metros sobre el nivel del mar y su clima agradable, conserva incólume la casa de la “Vieja” Sara. Allí, mantenida en el tiempo, testigo mudo, esperando el momento de convertirse en museo especial y nos cuente de las alegres parrandas, cuando los “cogía” la madrugada cantando versos de cuatro palabras.
También se conserva la casa del viejo Mile, igual a la construida en “El piñal” conservando los recuerdos de tiempos idos. Allí viven la viuda de Toño Salas Baquero, María y Carlos Jeremías, hermanos de Mile. Todos recuerdan a su madre y a su hermano mayor.

Más abajo la residencia de Matilde Lina, inmortalizada por Leandro; siempre nos recibe con una sonrisa y un abrazo para no olvidar.
“El Viejo Mile” por allá en el año de 1996, cuando andaba de amores con una de sus nietas me contó muchas anécdotas y remontando ese ayer me expresó: “Mi mamá es la famosa “Vieja Sara”, una mujer muy contenta y entusiasta para las fiestas. Su nombre completo: Sara María Baquero Salas. Yo tenía seis años cuando ella pensó en otro señor con quien tuvo nueve hijos. O sea que tuvo diez. Nueve de otro padre y yo de mi papá.
Como le digo primo, mamá era parrandera, muy coqueta y hábil. A lo último fue Cacica de El Plan de La Sierra. Una mujer humilde, muy inteligente. No tuvo estudios, pero tampoco le hicieron falta. Creaba versos maravillosos. Una vez en Villanueva, aun tipo rico que no la dejó entrar a su casa le hizo este: la torre más elevada/ el más elevado templo/ se derriba con el tiempo/ y va quedando en la nada/. Pura filosofía. Ella cantaba, improvisaba, bailaba.” Qué grande es recordar a la “Vieja Sara” en el presente por el “Viejo Mile” quien también ya está ausente.
Estas historias de El Plan, merece incluirse en la ruta de la UNESCO, que declaró al vallenato, patrimonio inmaterial y cultural de la humanidad. En una de las tantas visitas al Plan me encontré con la legendaria compositora Estela Durán Escalona, y unos turistas del clúster vallenato y le serví de guía, como quien dice la “Sangre Llama”. Le comenté que El Plan debería estar en la ruta del vallenato y la casa de la vieja Sara convertirla en museo; estuvo de acuerdo. Definitivamente El Plan es una ruta turística por excelencia.