Dilemas sobre las prácticas de enseñanza
Las dificultades en el proceso de las prácticas de enseñanza que repercuten directamente en los aprendizajes de los estudiantes deben ser reflexionadas para buscar estrategias que apunten al mejoramiento del proceso. En él, se deben presentar variables didácticas, que impliquen que el estudiante se involucre en el proceso, que sea un sujeto activo que sea artífice de su propia construcción del conocimiento y, sea capaz de comprender para que sirven los nuevos aprendizajes articulándolos con los que ya posee.
En los ambientes de aprendizajes se necesitan maestros capaces de crear las condiciones favorables para dinamizar los aprendizajes. Esa debe ser la esencia del docente, vincular de manera activa al estudiante, que sea este el protagonista de su propia formación, que se involucre en la construcción de su propio conocimiento para que les encuentre sentido a todas las acciones en los ambientes de aprendizajes. En estos escenarios, el conocimiento cobra mucha relevancia dado que a medida que se asimila, se acomoda y se relaciona con los viejos conocimientos resultan de mucha utilidad para resolver situaciones o problemas del contexto.
El gran reto del docente en el proceso de sus prácticas de enseñanza en los ambientes de enseñanza y aprendizaje es posibilitar al estudiante todas las herramientas posibles para que pueda desarrollar todas sus capacidades y, pueda hacer uso eficiente del conocimiento para resolver situaciones problemas del contexto. La intención final del maestro es que el estudiante de manera autónoma sea capaz de consultar o indagar, investigar y generar nuevos conocimientos de acuerdo con el nivel donde este cursando sus estudios. El complemento del proceso es la utilización de ese nuevo saber llevándolo al contexto en un ejercicio que permita apropiar ese conocimiento en su ambiente, es un saber hacer con ese nuevo aprendizaje.
En el estudio de las prácticas de enseñanza, son muchas las investigaciones que se han dado al respecto y siempre tienen sanas intencionalidades, Ferreyra y Rúa ( 2018) que dichos procesos “son acciones conscientes, concretas, que se desarrollan en el contexto de las instituciones educativas y que implican situaciones de interacción con otras personas; y que definen su intención: ayudar, del mejor modo posible, a que un estudiante aprenda” (págs. 140-145), que en últimas son las finalidades de dichas prácticas, buscar caminos que posibiliten mejorar los aprendizajes. Los mismos autores, Ferreyra y Rúa (2018) indican que ese proceso debe estar en constante reflexión, y observar los desempeños de comprensión porque no son procesos inmediatos ni automáticos. Siempre debe estar presente las ideas y las acciones del maestro. Efectivamente, el ejercicio en el proceso debe sostenerse sobre la acción, la valoración y la reflexión (págs. 140-145).
Por otra parte, pero en ese mismo sentido sobre las prácticas de enseñanza, Bustamante (2019) declaran que ellas “encierran una alta gama de pensamientos y acciones que están encaminadas todo el tiempo a preguntarnos, ¿cómo? ¿Para qué?, al interactuar con una comunidad se puede vislumbrar sobre la problemática existente y así poder sostener unas buenas prácticas de enseñanza” (pág. 20). Esto quiere decir, en la práctica de enseñanza se debe tener claro el cómo y el para qué se hacen, es darle sentido al proceso. Es tratar de resolver las causas y las consecuencias de su apropiación contextual.
En cuanto al tipo de prácticas de enseñanzas, se deben tener en cuentas tres aspectos importantes: lo que se pretende, a lo que se enfrentan y, desde donde las enfoca. Sobre lo primero Gutiérrez y Chaparro (2020) expresan que son “acciones que realiza el docente para propiciar un ambiente favorable en el proceso de enseñanza-aprendizaje hacia el logro de los objetivos planteados” (págs. 119-137). Esto se constituye en un ideal. Para el segundo aspecto Tosi (2020) dice que “el rol del docente se ha complejizado porque ejerce como mediador entre sus estudiantes, los libros impresos e internet” (págs. 127 -143), en los cuales debe saber moverse el docente. Grandes retos a los que hay que enfrentar. Y, por último, Yan (2018) afirma “Los profesores enseñan desde su bagaje personal, desde sus aspiraciones, sus creencias, sus discursos” (págs. 564 – 577). Lo cual se constituye en un gran dilema, ya que esas concepciones están sujetas a las dudas razonables sobre sus procesos de formación, ya que en algunos casos no tienen incorporado el componente pedagógico.
Nos seguimos leyendo.
