Por: Juan Carlos Herrera
Son las nuevas caras que ven los sueños ajenos. Si bien es la primera vez que incursionan en la política, saben desde que nacieron qué es lo que más necesita el departamento. Un cambio que durante años, han esperado como electores. Al no darse, unos hicieron pausa en sus distintas profesiones, para aspirar a la Asamblea y ponerle orden a la realidad con la imaginación.
Pero no solo ellos, sino el mismo partido. Nunca antes, en el departamento de La Guajira, el Centro Democrático había inscrito su lista ambicionando contar con diputados, en el lugar de Colombia donde más lo está necesitando un Gobernador, para por fin durar una edad creíble de cuatro años.
Para que le cumplan también los humanos, el gran sueño a la democracia. La de existir en todas partes de la tierra.
Tienen, pues, sus siete integrantes, un proyecto político que beneficia no tanto al territorio arenoso, sino a sus buenos seres humanos que caminan a votar. No para pasar un buen día, el de las elecciones, sino los próximos cuatro años con una mejor Guajira, donde los sueños de los habitantes los políticos pueden hacerlo más fácilmente realidad. Darle oportunidad a las nuevas caras de la política, es darle la oportunidad también a la gente del común que casi nadie conoce.
Bruno Bovea Morales, Leidy Cortés, Efrén Granadillo, Roberto Burgos, Ferrando Rentería, Celena Rodríguez y Karina Bonilla, son la nueva ola de la política. Que llegan a la orilla, trayendo lo que en la tierra guajira más espera el pueblo del mar de la esperanza. Apenas se dan a conocer, pero son los espíritus que todo el tiempo más los habitantes han pedido aparecer. Con una hoja de vida impecable, oxigenarán también a La Guajira y al mismo Centro Democrático, renaciendo con su nueva generación. Pues, la democracia, desde hace milenios cuando nació en la Antigua Grecia, es lo que menos pasa de moda. Sobre todo, cuando una lista cerrada de candidatos, viene a ponernos de relieve con buenas obras, esa verdad de mármol.
Estas son las razones, para que las personas con cédulas inscritas, se acerquen sin temor a la orilla en la marea con mar de leva del 29 de octubre. Donde los ahogados no son a veces los candidatos buenos que pierden, como siempre parece, sino la mayoría de los habitantes que se quedan sin ellos. En cambio, con ellos cantando la victoria, el pueblo durante unos años más puede seguir respirando bien:
Bruno Bovea Morales, es un muchacho periodista y empresario, que abandona su oficio en esta campaña, para ser un diputado bueno, por el bien a voces públicas de su Guajira. Leidy Cortés es una empresaria y representante de la Iglesia Católica, que como diputada, hará que su Guajira terrenal atienda más los asuntos del cielo. Efrén Granadillo, es un médico y ganadero, que tiene toda la intención del mundo, de que su Guajira se cure de todos los males, orientando a pastorear mejor a un Gobernador que agradecerá sus sabios consejos. Roberto Burgos es un representante activo del ejército y de la policía, que desde la Asamblea procura establecer el orden de un territorio, donde la seguridad la están pidiendo a gritos sus habitantes como el agua para beber. Fernando Rentería es una persona con discapacidad física, que dejará en evidencia, de llegar a ganar, la gran capacidad que tiene cualquier persona para acertar con el pensamiento en las cosas que mandatarios anteriores no han visto, para levantar fácilmente a la sociedad. Celena Rodríguez, de la comunidad wayuu, que desde el cargo político quiere descifrar el sueño de los indígenas más apartados y vulnerables, incluso antes de que despierten por las mañanas en las rancherías. Karina Bonilla, representante de las juventudes, que como diputada aspira a que las personas más jóvenes no necesiten esperar tanto, para descubrir la magia del territorio más fantástico que ostenta Colombia.
Las mejores intenciones, ejecutadas con honradez, son científicamente las verdaderas revoluciones. Donde los habitantes del común, sientan que los líderes son puestos por ellos, para inspirarlos también a ellos.
La democracia tiene el corazón más grande del mundo. Tanto es así, que pensar en el término democrático, inspira una confianza a ciegas, enriquecida por supuesto cuando se conocen las intenciones de los siete integrantes de la lista cerrada, Bruno Bovea Morales, Leidy Cortés, Efrén Granadillo, Roberto Burgos, Fernando Rentería, Celena Rodríguez, Karina Bonilla, cargando baterías para mejorar el rumbo de nuestra gran historia. Por ello, se lanzan a la campaña, para que latan mejor los corazones de los habitantes durante estos nuevos cuatro años. Es tan humana sus intenciones, que ya muchos ciudadanos guajiros tienen el sentimiento de que ganen, preparando los electores la mano firme ante ese tarjetón reconocible el día de las elecciones.
Si votar cambia la vida, la recomendación es hacerlo con la seguridad del alma. Donde el proyecto claro de los nuevos políticos como ellos, dé mucha felicidad hasta por el solo hecho de apenas conocerlo.
