Quiero expresar mi más profundo agradecimiento por todas las muestras de cariño y solidaridad que he recibido tras el fallecimiento de mi madre, Nevia B. Correa Henríquez. Su partida ha dejado un vacío enorme en mi corazón y en el de toda mi familia, pero también nos ha dejado un legado de amor, fortaleza y fe que nos sostiene en estos momentos de dolor.
Mi madre fue el pilar de nuestra familia, siempre dispuesta a brindarnos su apoyo y su consejo. Fue una mujer ejemplar, que se destacó por su generosidad, su alegría y su entrega. Fue la mejor madre, abuela, hija, hermana y tía que pudimos tener. Siempre la recordaremos con una sonrisa y una oración, agradeciendo a Dios por habernos permitido disfrutar de su presencia en vida.
Agradezco de corazón a todos los que me han acompañado en este difícil trance, con sus palabras de aliento, sus flores, sus tarjetas y sus oraciones. Su gesto me ha reconfortado y me ha hecho sentir que no estoy sola. Espero poder corresponderles con mi amistad y mi gratitud.
Atentamente,
Myriam Estupiñan Correa