Es muy triste observar como la pérdida de los valores y principios en las nuevas generaciones lleven a la destrucción del futuro de nuestro distrito, el afán exacerbado del modo adquisitivo ha llevado a la juventud a cometer conductas delictivas de carácter punible, como lo es el más reciente caso donde acabaron con los sueños de un joven artista y empresario, quien en vida respondía al nombre de JAIME MOLINA RINCON, una persona de la cual toda la ciudadanía y el folclor vallenato hoy lamenta su partida. Que terrible es que tu vida esté cuantificada por el precio de un teléfono celular, una cadena o una pulsera de oro, o quizás por un insignificante reloj, no es justo que esa Riohacha en la cual crecimos, donde podíamos portar cualquier tipo de lujo hoy esté teñida de rojo por la llegada de diferentes fenómenos que por las pésimas administraciones anteriores se crecieron, que desacierto fue no tomar medidas a tiempo e ignorar a todo un pueblo mientras ocupan cargos de dignatarios, una cantidad de alcaldes nefastos entre titulares y encargados. Éste homicidio que golpea a todo el pueblo riohachero, al igual que los últimos sucesos violentos presentados en lo corrido del 2024, invita a la administración distrital a gobernar de frente y con mano dura, a darles las herramientas a las autoridades civiles y de policía, al igual que a las militares y con ello a exigir resultados favorables, el pueblo quiere tener paz y tranquilidad nuevamente, quiere una policía amiga, que realice los procedimientos ajustados a derecho y no sean arbitrarios en su actuar, que brinden confianza en el ciudadano de a pie, que cuando los veamos no nos asustemos.
Señores secretarios, Wilson Rojas y Misael Velásquez, una vez más les brindo mi respaldo y los invito a que realicemos una mesa de trabajo, donde seamos invitados los exsecretarios de gobierno, para ayudar a construir una ruta de la seguridad, donde podamos trabajar mancomunadamente, sin la busca de protagonismos individuales y donde el único ganador sea nuestro terruño.
A los sacerdotes, pastores y guías espirituales, hago un llamado para que, desde cada uno de sus pulpitos y programas de consejería, sigamos intensificando en las nuevas juventudes el amor a Dios y a sus familias y desde ahí, sensibilicemos y despertemos corazones para Dios, alejándolos de los malos pasos que hoy mantienen a una ciudad en vilo.
El mañana se construye dependiendo del presente, lo que hagamos hoy desde los diversos escenarios, será el fruto que recojamos, pero hasta hoy, son solo ruinas la que estaremos dejando como herencia para nuestros hijos; con cuanta nostalgia recuerdo esa Riohacha donde podíamos salir libremente, patear un balón en las calles, jugar al quemao, correr por un parque, tantas cosas que hoy nuestros hijos no pueden hacer a causa de esta ciudad de nadie, una ciudad que se ve abandonada como las imágenes de las películas del viejo oeste.
Alcalde, gobernador, concejales y diputados, dice el dicho “El que madruga Dios, lo ayuda”, apenas van 3 meses de 48 que les corresponde, están a tiempo de madrugar y de trabajar colectivamente por esta ciudad que tanto lo necesita, los invito a que comencemos por recuperar lo que es nuestro, por ello debemos comenzar con la seguridad.