Edicion octubre 6, 2024

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Columnista – Noralma Peralta Mendoza

Después de hablar con Dios un ratito en la Capilla de La Peña y recibir dos hermosas yucas como regalo, de Fénix de Jesús, nos sentamos un rato en Hamaca Grande a hablar y cantar con Rita Fernández sus canciones y las de Adrián que llegó al rato. Comimos patacón y bollo de mazorca con queso hasta quedar saciados y nos fuimos a dormir a La Casa De La Guelita, un lugar de descanso, precioso que ha ido acondicionando Rosa Peralta, mi hermana, para madrugar a ver el amanecer que es uno de los atractivos imperdibles de La Peña, La Guajira. A las 4:00 a.m sacamos leña del patio, con la ayuda de mi esposo Nelson Pimienta, mi incondicional y Ocha, luego llegó Adrián con el ahijado; dejamos a los hombres en esa labor y pusimos la olla del café, con agua y jengibre, para que le extrajera el sabor picantico, luego echamos de mi Café Parrando’s que me trajeron mis amigos Juan Carlos y Eliana de Washington, después que lo llevaron de Pereira; hasta el momento, uno de los dos cafés más deliciosos que he probado en mi vida. Por eso me lo traje para compartir con estos amigos tan queridos. Listo el café y lista la fogata! le pusimos serenata a Rita, María Clara y Martha, con Sombra Perdida

Rita, levantate (sin tilde), o te vai a perdé de un cielo colmado de estrellas, en esta mañanita de invierno. Lo mandamos a hacer especialmente para ti. Rita salió al momento, vimos el cielo que parecía de Junio en Octubre y en invierno y nos fuimos para la fogata que ya estaba en su punto, se nos unieron Juan, Richard y las Melisas ( El equipo de audiovisuales de los documentales de Rita y Adrián) que fueron despertados por Adrián Pablo y llegó Leo Bermúdez, con guitarra en mano. Que mañana tan espléndida, el sol al salir se lució y no sé cómo hacer para convertirme en sus ojos y que ustedes puedan ver lo que nosotros vimos a través de mis palabras, eso fue un… WOW! Como describo esos colores, eso matices de rosado y gris tenue, cuando apenas se despedían las sombras de la noche, y luego, el fulgor del rosado intenso con naranja vibrante por el este y allá en el oriente los bordes plateados de hielo de la sierra nevada bordeada de un dorado intenso y unos minutos más tardes la sierra se torna rosada por unos cinco minutos, que si no lo tomas ahí, te lo pierdes,  después va quedando despejada y muestra todo su esplendor contrastando colores desde el verde invierno, hasta el plata hielo de los picos Colón y Bolívar, imponente guardiana de nuestro pequeño valle, el villorrio más lindo del planeta: La Peña.  Creo que nada es igual.

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Hablábamos de esa hermosura y sale Adrián con el cuento del hombre que se casó y el día de la boda se peleó con la esposa y la esposa con el tiempo se entiende con el vecino de atrás y con el tiene sus hijos y todo, pero vive con su esposo. Así es la Sierra, ella es de Santa Marta, pero solo de apellido, porque disfruta y tiene hijos es con el César y La Guajira, ellos que la tienen cerca, no disfrutan de lo que nosotros teniéndola más lejitos. Nos reímos del “Chiste” genial de Adrián. Cantamos… Empezó Leo con un bolerito como para entonar, luego esa canción bonita de Leo que tanto me gusta y que no se por qué, no da agravar sus canciones, el y Adrián componen porque son compositores, no para que les graben. Bueno ya viene un trabajo que llevan sus añitos realizando y está quedando lindo.

– Adrián como así que están haciendo un documental de tu vida y este equipo no ha escuchado La Ruta Del Reencuentro?

– Vamos a cantalo pue’. Aprovechemos que tengo este trío de coristas.  Ya había llegado Vicky que se había quedado rendía.

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Cantamos La Ruta… mientras Juan, Richard y las Melisas grababan, Y ahí mismo Adrián cantó la canción del vídeo: Como Me Voy A Olvidar, que esperamos tener en plataformas pronto, ya hablaremos de eso, en otra crónica. Y finalmente Leo nos acompañó con la guitarra y Adrián y yo le hicimos coros a Rita en mi favorita Sombra Perdida y aquí doy un giro para contarles como desglosamos con Rita está joya de la música vallenata, le pedí a Rita que habláramos de ella

La canción lo dice todo, todo, todo. Eso no es más que cuando tú conoces a una persona y de pronto pudiste conocer realmente que la persona no es, como creías que era. Entonces miras cómo tus sentimientos, cómo tú capacidad interior te permiten salir al sol y  poner ese sentimiento y convertirlo en una sombra que se va, que la tiras a que se perdiera, ni siquiera es sombra porque al menos la sombra está ahí, pero esa es una sombra que pasa y ya no está. Esa no es como la sombra de un árbol, sino como la de una nube pasajera, porque tú ves la sombra De un árbol y mientras esté el sol te cobijas con ella, está no.

– Es muy sesuda esa canción. Le expresé

– No escribo mis letras porque me proponga que la gente tenga que pensar, pero a veces salen así… siguiendo con La historia de Sombra, yo empiezo a decir, quien fuiste tú para mí, un grito que se ahogó en la distancia… uno grita por algo, de dolor, de emoción, pero se ahogó, murió, luego digo un sol que murió con la tarde, el sol es algo grande, el sol imagínate y por muy sol murió con la tarde, o sea lo maté… Un Cielo Colmado de estrellas en noches veraneras fuiste, tu para mí, que será más hermoso que un cielo estrellado? Pero dice Fuiste, ya , ya no es ni sombra. Ahí te lo dije todo. Y luego tengo el coraje para decirle, tú Fuiste el ave de paso que vino a posar en mi vida, hoy solo eres sombra perdida vagando, en recuerdos de ayer, ni siquiera hoy, de ayer. ni creas que te estoy recordando, ya eso es de ayer. Ya no es! Es una forma inofensiva, elegante de despedir a esa persona…

– Y le dolió Rita?

– Mucho, pero no hubo manera, cuando las sombras pasan, se olvidan… Nunca había analizado esta canción con un periodista.

– Pero que dicha!! Dije realmente emocionada. Queprivilegio!! Pensé

Fíjate que después digo, Quien tu serás al volver? O sea, que es lo que estás pensando? Que estás buscando, si tu no tienes nada que buscar? Hoy quieres regresar a mi vida, diciéndome cosas bonitas, hoy quieres que alumbre la luna como en aquellas noches nuestro amor alumbró, fíjate tu, ya ni siquiera la luna alumbraba, ni siquiera se asomaba a alumbrar ese sentimiento… Prefiero sentir ya tu ausencia saber que NO! NO ESTAS! En mi vida, No estás en mi vida, Clarito! No estás en mi vida, -lo remarcó tanto, que pensé si no estaría aún convenciendose de ellos- A veces el vallenato es un poquito fuerte, pero eso es lo lindo! y me gusta que un sentimiento de estos se pueda convertir en un poema sincero, ahí no hay tapujos, ahí la mujer sinceramente narra un sentimiento que se acabó, sepultado, es como cuando a ti se te mancha una tela, le echas un poquito de cloro y se quita.

– Jajajaja pobre hombre, esa mancha es fácil de quitar,  no era de mamón!! Nos reímos.

– Exactamente, que ejemplo tan bueno ese! Esa canción tiene bastantes años y aún se canta, la canta el joven, el viejo y el niño, al que le gusta la música parrandera y la música exquisita, en fin…

– Es que es hermosa, es una canción que tiene letra, tiene melodía, tiene esa cadencia.

– Una cosa me gusta reconocer y es esto, en el momento en el que compuse  Sombra Perdidas, estaba yo anticipándome y haciendo parte de la evolución del vallenato romántico, yo me anticipé mucho al tiempo, a lo que venía, pero tiene su escénica del sentir del vallenato, o sea tú la escuchas y no vas a decir este es un merecumbé, es un vallenato!

– Si seño! Ese es un clásico! Imperdible además! No hay antología vallenata donde no esté sombra perdida. Dije.

– Sí, sí es un clásico, pero el se posiciona, a pesar del momento en que se compuso, en un vallenato de avanzada y además con un corte internacional.

– Si claro por eso tantas versiones! Dije yo.

– Tantísimas!! Y en tantos ritmos!!

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