Las prácticas de enseñanza, ¿qué tanto inciden en la comprensión de los aprendizajes?
En muchas circunstancias, las prácticas de enseñanza se constituyen en una de las principales causas del bajo rendimiento de los estudiantes de básica y media en el Distrito de Riohacha – La Guajira. Hay que clarificar que no es el único factor, pero sí una notable incidencia en el proceso. Sin embargo, es una situación que ha venido preocupando en el campo pedagógico en diversos contextos escolares. Al respecto, Arenas et al. (2023) plantean que “las actuales investigaciones didácticas en Francia se dedican más y más a estos problemas que se están volviendo esenciales 15 años después de la contrarreforma y conciernen tanto al liceo como a la transición entre el liceo y la universidad” (pág. 70). Parece ser que las preocupaciones alrededor de las prácticas de enseñanza han venido siendo una constante en las discusiones pedagógicas por lo determinante y trascendentales que resultan ser en el proceso de formación escolar.
En Latinoamérica, donde los contextos y las condiciones socioeconómicas y culturales son muy similares, con poblaciones sumidas en la pobreza extrema y con grandes asentamientos étnicos, las dificultades en los entornos escolares son una constante. En el contexto etnoeducativo chileno sobre las prácticas de enseñanza, Beltrán et al. (2019) esbozan que “la enseñanza del conocimiento entre la cultura mapuche y la occidental es un proceso complejo, pues el docente, quien posee el conocimiento, entrega los contenidos al alumnado acorde a sus habilidades y capacidades pedagógicas” (pág. 1), lo que implica que, si el docente no posee dominio del código lingüístico de la comunidad y una adecuada formación pedagógica, sus habilidades didácticas para adelantar el proceso tendrán grandes dificultades para la mediación de los saberes en esa comunidad educativa.
En el país, la apuesta sobre las prácticas docentes como mecanismo para el mejoramiento continuo de los resultados académicos tiene en cuenta varias aristas. Al respecto, Cifuentes y Cárdenas (2020) manifiestan que “en el contexto nacional colombiano, se ha estudiado la incidencia del liderazgo directivo en el ethos docente, la motivación hacia el trabajo, el desempeño docente y en la apuesta hacia la competitividad en las regiones” (pág. 125). Esto quiere decir que el problema es más complejo de lo que se piensa y que deben entrar en juego otros aspectos para el mejoramiento de las prácticas de enseñanza. Implica que el maestro debe reconocer que su ejercicio requiere de una constante reflexión sobre su desempeño.
Las prácticas de enseñanza son uno de los factores determinantes en los procesos de enseñanza y aprendizaje y que influyen en un determinado porcentaje en los resultados esperados de los estudiantes de básica y media. Según Samacá (2015), se conciben como “el escenario de posibilidades para construir nuevas formas de mediación entre el conocimiento disciplinar y la acción en el campo de la praxis, desde la negociación cultural y el diálogo, alrededor de la exploración de los contextos” (pág. 78), que, tal como se plantea, no es aprovechado de forma adecuada, sino que se siguen llevando a cabo ejercicios de aula distantes de los requerimientos e intereses de los estudiantes.
En el Distrito de Riohacha, en lo relacionado con el desempeño y el progreso escolar, los estudiantes han venido mostrando un desempeño por debajo del 50% en las cinco áreas que son evaluadas al terminar el grado 11. En las áreas del saber que son tenidas en cuenta en la evaluación externa, los resultados de los últimos cinco años giran alrededor de los siguientes porcentajes: Lectura Crítica es de 49,6 %, Ciencias Naturales de 46,4 %, Sociales y Ciudadanas de 44,4 % y Matemáticas de 46,9 %, según los datos emanados del ICFES. En ese proceso de comprensión de los saberes, según Blythe (1999), “la comprensión incumbe a la capacidad de hacer con un tópico una variedad de cosas que estimulan el pensamiento, tales como explicar, demostrar, dar ejemplos, generalizar, y establecer analogías” (pág. 39), y esa, la comprensión, debe ser la finalidad de cada ejercicio en cualquier ambiente de aprendizaje.
Las prácticas de enseñanza deben constituirse en una reflexión permanente en los ambientes de enseñanza y aprendizaje, que conduzca a formas más eficientes y eficaces del ejercicio docente en aras del mejoramiento continuo de los aprendizajes de los estudiantes.
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