En esta ocasión, Pluma Dorada nos brinda sus reflexiones, inspiradas en la tierra del sol y la capital indígena de Colombia. Nos invita a reflexionar sobre las complejas realidades que enfrentan los habitantes de La Guajira, especialmente aquellos que residen en zonas remotas y marginadas.
La falta de acceso al agua potable es una de las principales preocupaciones. Aunque se escuchan noticias sobre proyectos de suministro de agua, la realidad es que muchas comunidades siguen sufriendo la escasez y la falta de atención adecuada. Es necesario que se tomen medidas efectivas para garantizar que el agua llegue a quienes realmente la necesitan, en lugar de priorizar zonas más accesibles por conveniencia logística.
Además, se destaca la responsabilidad de las empresas que operan en la región, como Celsia y Energía Bogotá, para contribuir al desarrollo integral de La Guajira. Se señala que, hasta ahora, estas empresas han generado más conflictos que beneficios, especialmente al no respetar las tradiciones y derechos de las comunidades indígenas. Se hace un llamado a que estas empresas trabajen en colaboración con los líderes comunitarios reales y bajo la supervisión del gobierno, para garantizar un desarrollo equitativo y justo para todas las partes involucradas.
En conclusión, se insta a que el progreso en La Guajira sea inclusivo y respetuoso con las comunidades locales, asegurando que todos tengan acceso a agua, salud, educación, cultura y oportunidades económicas. Este es un llamado a la justicia social y cultural en busca de un futuro más equitativo y próspero para la región.