-“Perdona, vieja Mello, si en tu día llega entre tus devotos confundido uno que es para ti desconocido…”_
La “Vieja Mello”
Bueno, ya no soy tan desconocido para la “Patrona” porque este año – gracias a Dios – cumpliré 26 años seguidos siéndole fiel a mi cita con ella el dos de febrero. La virgen me adoptó como su hijo y yo la amo como a mi madre.
Todo es fiesta en Riohacha el 2 de febrero; la ciudad despierta feliz dispuesta a honrar a su patrona, la Virgen “Nuestra Señora de los Remedios”, la popular “Vieja Mello”. La catedral – que lleva su nombre – se engalana para la ocasión, recibirá a miles de devotos que acudirán a reclamar la vela, una tradición histórica del pueblo que así agradece a la Virgen haber salvado a la ciudad de las bravías aguas del mar Caribe. Esa vela, bendecida por monseñor, simboliza la luz de la esperanza contra las “tempestades” de la vida. Riohacha vive con fervor religioso la festividad de su Santa.
Riohachero raizal o adoptivo que se respete hace presencia en los actos solemnes de la misa y la procesión; los caballeros elegantemente vestidos de saco y corbata o con la infaltable guayabera blanca, las mujeres ataviadas con sus hermosas mantas wayuu decoradas. El parque Padilla se llena de gente de todos los estratos sociales unidos por la fe que profesan a la Virgen y, dentro de la Catedral, el Obispo de la Diócesis de Riohacha preside la solemne misa con asistencia de autoridades civiles y militares, invitados especiales, turistas y visitantes. Si algo tiene la Virgen es el poder de convocar a propios y extraños que llegan a venerarla de todas partes del mundo.
Afuera, en el parque Padilla, medios de comunicación radiales, la televisión y prensa escrita instalan sus carpas con un staff de periodistas que transmiten en vivo y en directo todo lo que acontece; entrevistan a personajes, dignatarios, políticos y gente de la farándula que acuden a los actos litúrgicos. El stand de “Diario del Norte” con Ismael Fernández a la cabeza y el set al aire de “Guajira News TV” de la periodista Rita Pimienta cubren el evento.
En medio de la fiesta en honor de la “Vieja Mello”, centrada en los actos religiosos, a la par, se cumplen reuniones sociales y políticas animadas con desayuno típico guajiro, donde se agasaja a personalidades importantes y se comparte con los amigos, con whisky y parranda incluida. El viejo Thomas no puede faltar y ese día corre a raudales, aumentando el caudal del río Ranchería.
El momento más sublime se vive cuando la Virgen es sacada en hombros por los fieles de la Catedral, bajo una atronadora lluvia de aplausos para entregarse a los brazos de su pueblo que la paseará en procesión alrededor del parque Padilla. Riohacha se ilumina con los fuegos artificiales (varilla) que son lanzados y explotan en el cielo. Es un momento apoteósico y conmovedor ver esa comunión entre el pueblo y la Santa.
Recuerdo que una vez asistí a la procesión y, cuando la Virgen salía de la catedral, el ambiente se impregnó de la “María Farina” que emanaba de los miles de pañuelos blandidos al aire para saludarla; ahí me pareció ver a la Santa sonreír levemente al sentir el agradable olor de su fragancia. Desde entonces, la memoria de mi olfato asocia el olor de la “María Farina” con la fiesta de la “Vieja Mello”.
