Un hospital emblema
“La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada” Arthur Schopenhauer, filósofo alemán
Nos llena de emoción cada buena noticia que llega a La Guajira.
Los guajiros no podemos estar más felices, y agradecidos con el Gobierno Nacional y con el gobierno árabe, tras anunciar la construcción del primer hospital de alta complejidad en nuestro departamento, obra que se sumara a los hospitales públicos de primer y segundo nivel que hoy atienden a un poco más de un millón de habitantes.
Es un hecho histórico que debemos celebrar, pues este acontecimiento marca un antes y un después en la historia del sistema de salud departamental. El desarrollo de dicho complejo hospitalario, en la ciudad de Riohacha, traerá alivio a cientos de familias que deben recorrer largas distancias en busca de personal altamente calificado y equipos especializados con los cuales el departamento no cuenta hoy.
Así, el término “alta complejidad” implica disponer de las condiciones apropiadas –profesionales, tecnologías e insumos- para un correcto diagnóstico médico, el consiguiente tratamiento y el debido seguimiento a los pacientes, proveyendo una atención integral de las patologías y la realización de los procedimientos quirúrgicos que se requieran.
La buena nueva significa más y mejor calidad de vida para la población, la generación de empleo y nuevas fuentes de trabajo, y la posibilidad de que los futuros médicos guajiros no tengan que irse a ejercer lejos de su tierra. De hecho, contar con un hospital de alta complejidad se traduce en un incentivo para los jovenes que adelantan estudios afines al sector salud y en especial para los estudiantes de la nueva Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de la Guajira, quienes podrán hacer sus prácticas allí, para luego, por mérito propio, incorporarse al personal de planta. Al funcionar como un hospital universitario, que cuenta con los profesionales más capaces, se facilitará la transmisión de conocimiento a los médicos y estudiantes de carreras similares, en proceso de formación.
El gobierno de Emiratos Árabes Unidos ha sido generoso con el pueblo guajiro al aportar la totalidad de recursos económicos (US$40 millones de dólares) como donativo para el levantamiento del edificio en predios donados por Hocol y Uniguajira y su posterior dotación.
Con la presencia de los emisarios del señor presidente Gustavo Petro –el canciller Luis Gilberto Murillo, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo y la directora del Dapre, Laura Saravia- así como del embajador de los Emiratos Árabes Unidos, Muhammed Abdulla Ali Binkhater Alshamsi, se materializó un sueño de décadas, para beneficio de las comunidades de los 15 municipios, indígenas y no indígenas, que habitan en el departamento.
A mi juicio, el proyecto del hospital de alta complejidad debe sustentarse bajo tres pilares clave que garanticen su buen funcionamiento: a) un enfoque diferencial multiétnico y fronterizo, b) la calidad y eficiencia en la prestación de servicios y c) una administración robusta que posibilite la sostenibilidad financiera.
Una vez la institución abra sus puertas, ya no habrá necesidad de esas remisiones, muchas veces complejas y complicadas para ir a buscar atención en el vecindario, lo que conlleva costos adicionales en tiempo, transporte y, a veces, alojamiento, afectando sensiblemente el bolsillo de las familias. Deseamos que con este avance se reduzcan las tasas de morbi-mortalidad materna e infantil, una de las más altas de Colombia, situación que obedece a problemas estructurales como la desnutrición, la escasez de agua potable y la reciente migración fronteriza. Garantizar la vida y la buena salud desde la primera infancia es garantizar el bienestar de ciudadanos productivos en el futuro.
Durante el largo tiempo que ejercí como médico gineco-obstetray luego, desde mi experiencia como miembro, de la Comisión Séptima del Senado, que trata los asuntos de seguridad social y salud, pude constatar las enormes inequidades del sector salud, y especialmente las injusticias que se cometen desde el nivel central con los departamentos más rezagados en cuanto a desarrollo e infraestructura hospitalaria, caso La Guajira, que, lamentablemente, no es el único.
Por eso, esta noticia nos brinda esperanza y la aplaudimos de pie, confiados en que este sea el comienzo de una nueva era para que desde Bogotá se mire con otros ojos al departamento y se atiendan sus múltiples necesidades.
Más allá de nuestras convicciones y diferencias políticas, agradecemos al presidente Gustavo Petro su compromiso con La Guajira. De las autoridades locales, en especial de la Secretaría de Salud Departamental, esperamos la oportuna interlocución con el gobierno nacional para que, antes de concluir este 2024, se sienten las bases del que será, espero yo, un hospital insignia del departamento.