Edicion noviembre 23, 2024
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

La gracia de Dios que vivamos cada día

La gracia de Dios que vivamos cada día

Comparte

Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

12. Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales y diles: “Al caer la tarde comeréis carne, y por la mañana os saciaréis de pan. Así sabréis que yo soy Jehová, vuestro Dios”….
15. Al verlo, los hijos de Israel se dijeron unos a otros: “¿Qué es esto?”, porque no sabían qué era. Entonces Moisés les dijo: —“Es el pan que Jehová os da para comer”.
Dios atiende la murmuración de Su pueblo, expresada en momentos de debilidad, para enseñarles quién es Él. Mientras que el faraón y los egipcios han conocido a Jehová como un juez que ciertamente castiga la dureza del corazón del hombre, Israel viene a conocer a Dios como el Señor amoroso, que atiende hasta sus peticiones más egoístas (v. 12).

La petición del pueblo escogido está lejos de ser justa; de hecho, no creen en la salvación de Dios habiendo visto Su poder (Sal. 78:17-22). Con todo, Dios es tardo para la ira; si el provee a Su pueblo con alimentos, se debe puramente a Su misericordia incondicional. Pero, de ninguna manera, podemos utilizar la gracia de Dios como pretexto para caer en el libertinaje.

Publicidad

El maná, el pan diario, nos enseña a depender solo de Dios. El pueblo de Israel recogerá el maná según lo que pueda comer; no sobrará al que recoja mucho, ni faltará al que recoja poco. Pese a la advertencia de no dejar para el día siguiente lo que habían recogido para un día (Éx. 16:4), algunos desobedecieron, por no creer en la fidelidad de Dios y no guardar los mandamientos y la ley de Dios (Éx. 16:28).

Mediante el Padre Nuestro, Jesús nos enseñó a pedir por el pan de cada día y no por el de muchos días. Así dependemos de Dios y reconocemos Su soberanía sobre nuestra vida. Dependemos de la fidelidad de Dios, que nos provee el maná diario; Él es el autor de la vida.

A pesar de que Dios, con Su fidelidad, alimenta y viste a Israel en el desierto durante 40 años, ellos olvidan Su gracia con facilidad y se quejan constantemente, porque no logran satisfacer su ambición. Así es como se generan descontento y desobediencia en el corazón del hombre. Dios conoce y suple nuestras verdaderas necesidades, y nos guía hacia una vida abundante.

Publicidad

Por lo tanto, los hijos de Dios no debemos ambicionar tener cada vez más; Dios desea que le agradezcamos y nos conformemos con Su gracia. Debemos recorrer el desierto confiando en Dios con gratitud y esperanza, y sin quejarnos, hasta llegar a la tierra prometida.

Dios es un Padre misericordioso que suple nuestras necesidades a pesar de nuestras quejas. Esa es la gracia de Dios que vivimos cada día. Dios les guarde.

noticias relacionadas

Consulta Virtual

¿Considera que el turismo es el principal potencial de La Guajira?

ULTIMAS NOTICIAS