Inauditas las acciones bélicas ejecutadas por el Estado de Israel contra la comunidad palestina, masacrando con bombardeos a 36 mil personas, incluyendo unos 10 mil niños, casi un millón de personas heridas y otra cantidad igual confinada al destierro sin compasión.
Las arremetidas agresivas que ha ejercido el ejército de Israel, ordenadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, lo hacen responsable de delitos de lesa humanidad, respaldado por el gobierno de Estados Unidos, quien fue el autor de crear la organización terrorista Hamás para poner fin a la OLP, Organización de Liberación Palestina, liderada por Yasir Arafat, de origen egipcio, primer presidente de la Organización Palestina, a quien le fue otorgado el Premio Nobel de Paz, compartido con el primer ministro y presidente de Israel, Shimón Pérez e Isaac Rabin.
Yasir Arafat murió en el 2004, a la edad de 75 años, hospitalizado en Francia. Quiso construir un Estado árabe independiente después de la Segunda Guerra Mundial. Se hizo notorio cuando dirigió el secuestro y asesinato de 12 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich, Alemania, mediante grupos suicidas denominados Septiembre Negro en 1972. Posteriormente, con la intermediación de Estados Unidos, lograron la paz con Israel mediante acuerdos suscritos en Washington en 1993, constituyendo un gobierno autónomo para ejercer mandatos en Gaza, Jericó y Cisjordania, compartiendo relaciones amistosas y cordiales con Jerusalén, territorio habitado por israelíes y palestinos.
La “Tierra Santa” hoy está convertida en un infierno. Después de haber logrado la paz, lo cual originó el reconocimiento de un Premio Nobel, surgió una fracción de la Organización Palestina denominada Hamás, creada en 1987, calificada como estructura político-militar terrorista de religión islamista, dirigida por Ismail Abdel Salam Haniya, exiliado en Qatar. El término Hamás traduce en árabe “celos” o “entusiasmo”. La organización predica la violencia, defendiendo territorios e infundiendo odios contra Israel por la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza.
La expulsión y acosos de israelíes a palestinos, para colonizar territorios en disputa, vendiendo a extranjeros viviendas y zonas recreativas, incrementando el número de habitantes extranjeros colonizados, ha llevado a que hoy día sobrepasen los 10 millones de habitantes en Israel, con un 50% de nativos y otro 50% de extranjeros.
Hamás denuncia las limitaciones implementadas por Israel, hasta de prohibir la pesca en la Franja de Gaza, justificando la arremetida criminal del 8 de octubre de 2023.
La organización terrorista Hamás irrumpió al finalizar un concierto musical en Israel, asesinando a más de mil personas, dejando heridas a muchas otras y secuestrando a 300 personas. A través de canjes, han liberado a algunos rehenes, otros han muerto como resultado de bombardeos y los restantes esperan un milagro para salvar sus vidas, en medio de abusos, violando el derecho internacional humanitario.
La acción bárbara y criminal de Hamás fue repudiada globalmente, pero contrarrestada con venganzas por el gobierno de Israel a través de su primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenando masacres a palestinos, que son víctimas de un holocausto, con bombardeos diarios, asesinando a cientos de personas. Los heridos no tienen dónde atenderse, ya que los hospitales están desbordados, ocupados por militantes de Hamás, y las personas heridas y enfermas carecen de atención médica, mientras el ejército israelí encarcela a médicos sospechosos de pertenecer a la organización terrorista.
Israel no se enfrenta a una guerra, sino a una venganza, ejecutando crímenes de lesa humanidad, desobedeciendo acuerdos de la ONU y la Corte Penal Internacional para poner fin al genocidio. El ejército israelí ha violado tratados internacionales de derecho humanitario y acuerdos de guerra, masacrando indiscriminadamente a víctimas inocentes.
En Israel, la mayoría de la opinión pública no está de acuerdo con los ataques persistentes a asentamientos palestinos. Quieren que termine el holocausto y se dialogue sobre la pacificación de los estados vecinos. Gobiernos de EE.UU, Unión Europea, China y Rusia plantean lo mismo, pero Netanyahu, obstinado, rechaza consejos y recomendaciones, manifestando que no cesará de matar palestinos hasta exterminar al último miembro de Hamás. Este gobernante tendrá un mal fin, con castigo divino por sus actos inhumanos, superando en la historia genocida al verdugo de los judíos en Europa, Adolf Hitler.
