Elección presidencial en tres vueltas
Se está volviendo costumbre, la escogencia de candidaturas presidenciales, a través de consulta popular, no partidistas, sino supra partidista, que no reviste mucho interés, para los electores. Les da igual, a quienes escojan. La consulta, constituye vuelta previa, engancho, con la elección, Cámara de Representante, del orden departamental y Senado de la Republica, del orden nacional. Lo curioso en la consulta, son los gastos operativos electorales, que corren, a cargo de Estado y no de los partidos políticos, que las promueven e impulsan. Los que participan en precandidaturas de consultas, reciben además, sumas de dineros, equivalente a cinco mil pesos, por cada voto, que contabilicen a su favor. Quienes consigan, a manera de ejemplo, 100.000 votos en consulta, se gana 500 millones. Es otra forma, de sacarle recursos económicos a la nación. ¿No tendrán fondos las bancadas politiqueras, para financiar consultas? ¿Cómo pagan encuestas?
Tres coaliciones interpartidistas, se la jugaran, para seleccionar, cada una el candidato, que lo represente y participar, con quienes se inscriban, con firmas o avalados por partidos en particular. Hasta hora, el Centro Democrático, no juega en consulta, aun cuando sus copartidarios, apoyaría a uno del miembro de “Equipo Colombia”, de tendencia, centro derecha, después de rechazar, esa coalición, la integración, de Oscar Iván Zuluaga, postulado por el uribismo, al referenciado equipo. En elecciones que se aproximan, primera vuelta, el candidato del Centro Democrático, no va aliado con el Partido Conservador.
En el carnaval y circo político, se conformó, improvisado Pacto Histórico, un tutifrutis, de diversas corrientes ideológicas, que nacen con futuro incierto, se unen oportunamente, con el propósito de gobernar, contrario a los que vienen gobernando, que temen perder el poder, agonizando, en procura de seguir atornillados, en instituciones públicas, de manera vitalicia, asumiéndolo como dueño, de propiedad privadas.
El otro sector, es el denominado “Esperanza” agrupa, liberales, verdes, izquierda y otros; enfrentado entre sí, en forma discordial, sin armonía, que opacan compromisos, generando dudas. Los tres sectores se medirán en la consulta popular, el 13 de marzo. Las coaliciones participaran con, entre cinco a seis miembros. La totalidad de votos sufragados en la consulta, no sobrepasaran el 35% de la votación validas, en territorio nacional. Muchos tarjetones los introducen sin marcar, por falta de pedagogía, en ilustraciones, orientaciones y canalizaciones de seguidores. Otros tarjetones los rayan varias veces, para que anulen. Algunos electores los rechazan, no recibiéndolo.
La primera vuelta de la elección presidencial, se llevará a cabo el último domingo del mes de mayo. De no lograr ninguno de los candidatos, sobre pasar el 50%, de la totalidad de los votos, se irían a jugar la final, los que tengan las dos mayores votaciones y el que gane, será el presidente de Colombia, periodo de gobierno, 2022-2026.
Las divisiones y subdivisiones, tienen al traste, a los partidos tradicionales de gobierno, que se han desgastado, desteñido y desboronados, por la corrupción, que muchos niegan, no obstante haber sido servidor público, donde nadie se escapa de contagiarse de corrupción, por tratarse del modus operante, que se ejerce de manera, normal, imprevista e inocente, las malas prácticas, activas u omisiva.
Todos estamos untados y pringado de corrupción, quiénes lo nieguen, es porque han vivido en dimensiones, extrañas o ha sido un ser perfecto, que no registra, hechos, ni antecedentes de vida. Para cambiar las costumbres dañinas en sector público, se necesita, desmontar la tierra, quemar, maleza, parásitos y luego, resembrarla, con semillas descontaminadas, para ver resultados a futuros.
En apariencia, ninguno está de acuerdo con la corrupción, cuestionándola, pero curiosamente, se benefician de ella, de manera directa o mediante fachadas, a sabiendas de sus efectos, contraproducentes, que genera, para administraciones pública, la sociedad o pueblo soberano en democracia. ¿Cómo garantizaría el nuevo presidente, menguar, porque erradicar, es prematuro, la corrupción, en contrataciones y pagos de cuentas? ¿O en la distribución de mermeladas, al poder legislativo, que bailan por la plata? Sin cururo, liga o engrase, nada aprueban en el Congreso. Ellos reclaman retribuciones, por ventas de votos, en coaliciones mayoritaria.
Las debilidades políticas de los partidos, acreditado por el Consejo Nacional Electoral, los tienen corriendo bases, en busca de reagrupaciones, de rancias tradiciones de politiqueros, que han gobernados a Colombia, pero en está elecciones, le pasan cuentas de cobros, aun cuando estén solventes, con disponibilidad económica, para comprar y amarrar electores. No será fácil triunfar, sino median fraudes.
