Edicion enero 24, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

El veto a los números Diomedistas

Columnista - Fabio Olea Massa
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Columnista – Fabio Olea Massa (Negrindio)

Como de la suerte y la muerte nadie escapa yo también de vez en cuando compro mi quintico de lotería, más en este mes de diciembre que las loterías lanzan sorteos extraordinarios muy atractivos. Que la lotería sea el impuesto que paga el pobre por soñar con ser rico, tal vez sea cierto, pero el jugador no repara en eso y apuesta con la fe de que se va a ganar el chance, la apuesta deportiva, la rifa, o en la maquinita, el casino u otro juego de azar. Su esperanza esta puesta en su buena suerte para que le mejore su situación económica y definitivamente le cambie la vida.

La suerte es un hecho casual que ocurre y que nos favorece sin intervenir nuestra voluntad. A la gente le gusta lo fácil y no le importa gastarse unos cuantos pesos a cambio de la posibilidad de obtener un gran premio, algunos confían en su buena suerte, apuestan y ganan, otros nunca ganan nada; si nos va bien tenemos buena suerte y si nos va mal, mala suerte, la psicología del apostador es que quien no arriesga no gana y la esperanza es lo último que se pierde.

Los juegos de suerte y azar son monopolio rentístico del Estado que le genera millonarios recursos para la salud. Cada departamento tenía su propia lotería pero el chance vino a competir fuertemente con las loterías acabando la mayoría de ellas, se apodero del mercado de las apuestas y convirtió en el juego más popular entre la gente pobre pues ofrece más posibilidades de jugar y ganar.

El 22 de diciembre aniversario de la muerte de Diomedes estaba escuchando la música del cacique y se me ocurrió hacer el chance con el número 2213, la fecha y año de su muerte, pero no lo pude hacer porque estaba restringido, o sea vetado, automáticamente por el sistema en todos los puntos de venta.

El asunto despertó mi interés y me puse a consultar y encontré que esa práctica es ilegal, que las empresas de chance no pueden vetar al público ningún número. El veto de un número lo hacen cada vez que los apostadores asocian una fecha con un acontecimiento importante, como puede ser la muerte o nacimiento de algún personaje famoso, o con otras situaciones como la placa de un vehículo, la matrícula de un avión accidentado, el número de una tumba, los números en una mariposa, en un patacón, etc. En fin, cuando hay una apuesta masiva por un número las casas de chance lo vetan automáticamente.

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Frente a eso el apostador no puede hacer nada a pesar de que la ley lo prohíbe, y de que existen sanciones y autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, el problema es que las empresas no son controladas al momento de generar la apuesta, simplemente no permiten jugar el número seleccionado y ya.

Lo anterior hace que el público pierda confianza en las empresas de chance y se despierte la sospecha de que pueden manipularse los resultados direccionando la escogencia de un numero para que salga o no. Esta manipulación – me dijo un Ingeniero – puede darse a través de la instalación de un software logrando el resultado que se quiere obtener de una lotería o apuesta. Como las apuestas electrónicas se conocen en tiempo real, la empresa concesionaria del juego sabe todas las combinaciones numéricas apostadas antes del sorteo, entonces el software se programa cargándole toda la información de las apuestas jugadas de manera que con un clic se direcciona que ninguna de ellas salga ganadora; esto se puede utilizar tanto para que salga un número determinado como para que no salga.

El sistema de ruedas fiché antes usado por las loterías era más seguro, la transparencia del sorteo se garantizaba realizándolo públicamente, no como ahora por T.V y en diferido. Que pasa entre el momento del cierre de venta de las loterías y la hora del sorteo tres horas después ¿será que en ese intervalo preparan el sistema para direccionar el sorteo con un número determinado previamente?

Consultando Internet encontré que en 2001 la lotería de Medellín jugo con el número 1025 pronosticado por un reconocido mentalista. En 2015, 1.280 jugadores ganaron cerca de 2.000 millones de pesos con el número 1108 de la tumba de Diomedes con la lotería El Sinuano. Este mismo número fue vetado en el 2017 por las casas de apuestas de Valledupar. Recientemente, apenas el 23 de este mes, los apostadores volvieron a ganar con uno de los números dados por Joaco Guillen el manager de Diomedes. Varios de estos números fueron restringidos.

Si le ponemos la malicia indígena colombiana a este asunto podemos intuir que cuando las empresas de chanche bloquean un número es porque sospechan que puede salir ganador mediante fraude. La manera de evitarlo es restringiendo su apuesta.

Entonces, algo hay en el canto de la cabuya cuando se vetan números para el chance, modalidad de fraude con el apostador que cometen impunemente las empresas del chance. Feliz Navidad y año nuevo.

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