Edicion octubre 5, 2024

El temor desaparece cuando miramos a Dios

Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán

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14. Después miré, me levanté y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: — No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.

Nehemías 4.

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Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

Satanás aborrece a los hombres que obedecen la voluntad de Dios y hacen sus obras. Utiliza todos los medios disponibles para tratar de impedírselos; así que cada vez que esto ocurra, el cristiano debe volver a su lugar de oración. Sanbalat y Tobías hacen escarnio de los judíos; y Nehemías derrama su corazón ante Dios. Pide al Todopoderoso, que oiga las burlas y el escarnio de sus enemigos y les dé su merecido.

Cuando nos critican injustamente, nos desanimamos y acudimos a los hombres para hallar consuelo. Sin embargo, es delante de la presencia de Dios que debemos derramar nuestro ser. Debemos orar confiando en el poder de Dios, porque Él es poderoso para echar fuera la condenación de Satanás. Podemos continuar con las obras de Dios sólo si nos alimentamos de la fuerza que proviene de nuestro Creador.

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Los cristianos nunca debemos temer a los impíos que se levantan para impedir la obra de Dios, porque nuestros ojos están puestos en el Todopoderoso. Al ver que el pueblo de Israel sigue restaurando los muros de la ciudad con todas sus fuerzas, pese al escarnio y a las burlas, sus enemigos buscan alianza para levantar una oposición más fuerte, y amenazarlos con violencia. Agobiado física y espiritualmente debido a un trabajo agotador y sin descanso, la amenaza de sus enemigos los lleva a sentir mucho temor.

Inmediatamente Nehemías detecta esta situación, y se prepara ante un posible ataque, aumentando la seguridad de los muros de la ciudad. Además, alienta al pueblo a no desmayar, porque debemos temer más a Dios que a los hombres. El temor ciega nuestros ojos y corazón para no ver a Dios. No dejemos que el miedo se apodere de nosotros por los problemas del presente. Porque Dios es más grande que todo ello y Él es quien pelea por nosotros y nos da la victoria final.

Cuanto más grande e importante sea la obra de Dios, peor y más persistente es la interrupción. Si bien Nehemías sufre la obstrucción de Sanbalat y Tobías, se esfuerza mucho más, orando. *Así, pasa a ser un ejemplo de fe, dejándolo todo en manos de Dios, sin enfrentarse directamente con el enemigo que se burla de ellos y nos enseña que confiar en Dios es el primer paso para resolver un problema*.

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*Aunque el mundo interrumpa la obra de Dios, Él hace Su voluntad por medio de quienes lo obedecen. El temor desaparece cuando miramos a Dios*. Dios les guarde.

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