Edicion noviembre 23, 2024
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El nombre primigenio de la navidad

Columnista - Hernán Baquero Bracho.

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Columnista – Hernán Baquero Bracho.bab

Ayer como hoy, el mundo celebra las fiestas de las luces hoy conocida como navidad. En el año 25 de nuestra era, los judíos festejaban la “Hanukah” o “janucà”, las fiestas de las luces, también llamada de la dedicación o consagración, en recuerdo de la purificación del Templo por Judas, el Macabeo, en el mes de diciembre del año 164 antes de nuestra era. En el citado siglo II antes de Cristo, la nación Judía tuvo que padecer al nefasto Rey Antíoco IV Epifanes. Este monarca, defensor dela cultura griega, persiguió a la religión Judía, hasta el extremo de prohibir el sábado, los sacrificios rituales y el culto a Yahveh, incluida la circuncisión.
El Templo, ante la consternación general, fue sustituido por un gimnasio. Antíoco IV fue un Rey odiado por los judíos, aunque sus intenciones, desde un punto de vista estrictamente histórico, no fueron tan perversas como parece. Estallaron las revueltas, por sus decisiones. La familia de los Matatías organizó guerrillas y se enfrentó al Rey Antíoco. Fue la guerra de los Macabeos. Uno de los hijos de Matatías, Judas, el” Martillo”, consiguió entrar en el Templo y purificarlo. Y cuenta la leyenda que, en ese lugar, y en esos momentos, se produjo un milagro. Cuando Judas penetró en el Templo, solo encontró aceite sagrado por un solo día. Dicho aceite se utilizaba para prender la Menorà o candelabro de siete brazos. Pues bien, el aceite contenido en el pequeño recipiente sirvió para alumbrar durante ocho jornadas. Así nació el Janucà, el milagro de las luces, aunque otros judíos se inclinaban por un origen menos ortodoxo.

En realidad, poco importaba el porqué de las fiestas. Para el pueblo sencillo era un respiro, en mitad del severo invierno. En Jerusalén, la Janucà alcanzaba su máxima expresión. Allí, después de todo, según la leyenda, se produjo el gran milagro. El Templo era iluminado como en ninguna otra ocasión, se prendía una Menorà de nueve brazos a la que llamaban Junakà. A la puesta del sol del 24 de diciembre, los Sacerdotes tomaban la candela central de dicha Menorà que recibía el nombre de SHAMMASH o “servidor”, y encendían el resto de la luminaria, empezando siempre por la derecha, después, la ciudad era igualmente iluminada. Calles, plazas, casas, palacios, poblados, tabernas y hasta los establos lucían durante ocho jornadas.
Y aquella fiebre por la luz se extendía por toda Judea. La Sinagoga contrataba músicos, que no cesaban de circular por la población, golpeando toda clase de címbalos. La Janucà era también la fiesta de los niños. Ellos eran los protagonistas en cierto modo. Las familias cruzaban regalaos en la cena del 24 de diciembre. Mientras duraba la Janucà cada noche, antes del encendido de las velas, el padre de familia o el más viejo entonaba la bendición: “Bendito sea el Señor, Nuestro Dios, Rey del Universo que nos ha Santificado con sus preceptos y nos ha ordenado encender las luces de la Janucà. Bendito sea el Señor, Nuestro Dios, Rey del Universo, que hizo milagros a nuestros padres en aquellos tiempos y en esa época”. Todo ello lo recitaban en el citado año ciento sesenta y cuatro antes de nuestra era: un gran milagro ha ocurrido aquí. De allí provienen las fiestas de las luces, en la antigüedad.
Ahora bien, cuando el Emperador Constantino se convirtió y fundó el Cristianismo tomaron el 24 de diciembre, como la fecha del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, cuando en pleno invierno se encontraba Jerusalén y Belén lo que difiere con la posible fecha del nacimiento, que se cree ocurrió el 21 de agosto tal como lo relacionan eruditos historiadores y lo demás lo siguieron casi igual con las fiestas de las luces o Junacà de la cultura Judía, que se llamó posteriormente Navidad. De ahí que Estados Unidos celebra con bombos y platillos el 24 de diciembre como la fiesta de Navidad (Felices Fiestas) o fiesta de las luces, sin nacimiento del niño Jesús. ¿Será que la gran potencia, conoce la historia y se remonta a las fiestas de las luces del pueblo Judío, en el año 164 antes de nuestra era? En todo caso la historia no las han cambiado y hoy la influencia gringa está acabando con las costumbres latinas tan arraigadas por las catequizaciones Españolas. ¿A quiénes les creemos?

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