Es incuestionable que la ubicación geoestratégica de La Guajira representa un enorme potencial, de gran valor para el país y la región, que les ofrece oportunidades únicas de desarrollo, pero que desafortunadamente ni el gobierno nacional ni el departamental han sabido aprovechar y explotar apropiadamente.
A pesar de esa valiosa ventaja comparativa, este territorio mantiene una situación social y económica con indicadores deplorables, muy inferiores al promedio nacional. Aunque en general reconozco que no es una información nueva, si es una situación que se continuó confirmando, tal como lo registra el resultado del Índice Departamental de Competitividad 2023, en cuyo ranking La Guajira descendió un puesto, al terminar de 26 entre 33 entidades territoriales; adicionalmente, la semana pasada conocimos algunos datos relacionados con el devenir histórico de nuestra región que son desconsoladores desde la perspectiva social.
El gerente del Banco de la República en Cartagena, el experto economista Jaime Bonet, ha expuesto en varios escenarios las brechas regionales que existen en el país. En resumen, algunas de las cifras que se resaltan son: el ingreso por habitante en la costa Caribe es apenas un 64 por ciento del promedio nacional, y más de la mitad de la población en esta región se encuentra en condiciones de pobreza, mientras que a nivel nacional es el 37 por ciento. Por otro lado, la pobreza aumentó mucho en la región Caribe durante la pandemia y no se ha visto una recuperación posterior, como si ha ocurrido en el resto del país.
Con respecto a la pobreza extrema, el 25 por ciento de los habitantes de la región Caribe viven en condiciones de indigencia, en contraste con 11 por ciento en 2018. Entre los Departamentos de esta región también hay grandes y alarmantes diferencias: más del 60 por ciento de la población de La Guajira y Sucre vive en condiciones de indigencia.
Por esos rezagos sociales y económicos existentes es, no sólo necesario sino mandatorio, tomar medidas para superar las brechas que hacen de La Guajira un Departamento con tan alta incidencia de la pobreza y la desigualdad en el país. Debe ser una prioridad de los lideres auténticos e íntegros enfocarse en desarrollar políticas públicas que persigan el desarrollo humano y el bienestar colectivo. Sólo así se podrá fortalecer el proceso de desarrollo social y económico desde la solidez y la calidad de las instituciones y de las personas que las gestionan.
El Índice Departamental de Competitividad, liderado por el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario, contiene información valiosa, independiente de intereses particulares, que puede servir de insumo para la gestión de los gobiernos locales, al ofrecer un diagnóstico objetivo del estado competitivo de cada Departamento, que los gobernantes guajiros deben aprovechar e incorporar en sus planes de desarrollo actualmente en construcción.
Adendum: Un reconocimiento para el gobierno departamental de La Guajira por el plan Integral preventivo que está implementando, con la participación y apoyo de las entidades de control y de las autoridades militares y policivas, para la seguridad de los turistas durante esta semana santa.