En un país donde las cifras de pobreza siguen rondando los casi 21 millones de habitantes, un 40% de la población y dentro de los cuales 7 millones se encuentran en condición de pobreza extrema la Formación para el trabajo cada día toma más fuerza e importancia, y gana más adeptos, se evidencia que la educación superior no es la herramienta educativa que puede generar movimientos socioeconómicos rápidos y que por el contrario tal cual lo hacen países desarrollados la solución es la formación técnica laboral o la llamada en Colombia Formación para el Trabajo y Desarrollo Humano.
Este tipo de formación presenta grandes ventajas por citar algunas: es de corto tiempo, de muy baja inversión, es pertinente a las necesidades del tejido empresarial, se puede iniciar formación con educación básica secundaria (noveno grado) tiene oportunidades de firmar contratos de aprendizaje lo que significa que el estudiante puede generar ingresos aproximadamente a partir del tercer mes de iniciar estudios y ganar experiencia laboral en un entorno real y de paso es una solución para esta obligación de cumplimiento de cuota que tienen las empresas con el SENA.
Algo para resaltar es que una vez se logra el sostenimiento económico en los hogares gracias a esa experiencia de formación en el hacer y a un título académico, la persona puede continuar sus estudios superiores si así lo desea, pues la legislación educativa permite la homologación de estudios técnicos laborales de instituciones certificadas en calidad con instituciones de educación superior.
En Colombia aún falta más dignificación al trabajador de la base, quienes son el mayor porcentaje que requieren las empresas como son el personal auxiliar, asistencial, táctico e incluso de coordinación y hacia los oficios como son albañiles, carpinteros, artesanos, entre muchos otros, para lograr que gran parte de la población anhele realizar este tipo de formación tan importante y fundamental en cualquier sociedad.
Una de las razones por la cual gran parte de la población, especialmente la que se encuentra en condición de pobreza no visualiza este modelo educativo como una opción al momento de pensar en estudiar, es la falta de visibilidad y apoyo por parte de la institucionalidad, siempre se ven proyectos de apoyos para educación superior, los medios de comunicación y personalidades de la política y otros sectores económicos, hablan solo de la educación superior como la solución para el desarrollo del país, como si no existieran más opciones, desinformando a la población sobre la importancia, calidad y oportunidad que representa la educación técnica laboral para la movilidad.
Vemos en países como Alemania y Canadá donde este modelo de educación es muy valorado y promocionado fuertemente por los gobiernos, que las tasas de desempleo son bajas. Desde los colegios se está mostrando que existen opciones diferentes a la educación superior y que el obtener un título de formación rápido va a generar rápido ingresos a los hogares y como consecuencia se va a mover la economía.
La invitación es a dignificar el trabajo honesto en Colombia, todos los trabajadores sin importar su nivel, oficio u ocupación son dignos, valiosos y muy importantes para el tejido empresarial de nuestro país. A valorar y felicitar al auxiliar, al asistente, al jardinero, al carpintero y a otros técnicos laborales con tanta vehemencia como al doctor, al contador, al abogado, al administrador pues son iguales de representativos y meritorios para nuestra sociedad.
