Edicion febrero 11, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

CONFIANZA Y ESPERANZA EN DIOS

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“Y supo aquel día todo el pueblo y todo Israel, que el rey no había tenido participación en la muerte de Abner hijo de Ner”.
2 Samuel 3:37.

Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

David escucha la noticia de la muerte provocada de Abner e inmediatamente declara su inocencia y la del reino de Judá en este crimen, y le encomienda a Dios el juicio contra Joab. Este infortunio es el resultado del intento de solucionar el problema por medio de la violencia. El rol de Joab era que todo Israel colaborara con David, quien había sido levantado como ”su salvador”.

Pero en lugar de esto, le quitó la vida a Abner con el fin de vengarse de la muerte de su hermano y lograr su ambición. Sin embargo, aún los actos egoístas de Joab no logran oponerse al plan de Dios de levantar el reino de David. Este se establecerá por el poder de Dios y no por estrategias humanas.

David prepara un gran funeral para Abner. Lo sepulta en Hebrón, convoca a todo el pueblo y llora su muerte. El funeral demuestra la inocencia de David y sirve para convencer a los ancianos del norte. De igual manera, ordenó a Joab quien le quitó la vida a Abner, a participar en el funeral. Compuso un cántico como cuando murió Saúl y Jonatán para lamentar junto al pueblo y reconoce públicamente el liderazgo de Abner, que si bien en un tiempo había sido su enemigo, le ayudó a unir a Israel bajo su poderío.

David logra la unidad del pueblo en un trasfondo muy problemático y crítico, como un verdadero rey. Al ver a David llorar la muerte de Abner, ayunando con tristeza, el pueblo comienza a depositar su confianza en él, como un líder que cumple la voluntad de Dios. No es el poder de persuasión de Abner, sino que es la promesa firme de Dios que levanta a David como rey.

El malentendido y la desconfianza son los elementos más poderosos y destructivos para separar una comunidad. Ante este tipo de situaciones, lo mejor es tomar las medidas para evitar que el efecto sea mayor. Satanás utiliza la mentira y los malentendidos para dividir una comunidad.

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Las armas más fuertes para la mentira son la verdad y la santidad. Cuando comencemos a actuar ante Dios con la verdad, desaparecerá el malentendido en la comunidad. Con el tiempo, todas las mentiras y los engaños saldrán a la luz. Debemos actuar siempre con la verdad y la santidad en la oración y la Palabra para que el espíritu de falsedad y mentira no nos destruya.

David vela a Abner. En medio de un malentendido el fiel debe obrar con la verdad ante Dios y la gente. Dios les guarde.

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