12. Y tras el terremoto hubo un fuego;, el Señor no estaba en el fuego. Pero después del fuego se oyó un sonido suave y delicado.
13. Al escucharlo, Elías se cubrió la cara con su capa, y salió y se quedó a la entrada de la cueva. En esto llegó a él una voz que le decía: “¿Qué haces ahí, Elías?”.
1 Reyes 19.
La voz de Dios es verdadera esperanza y vida para nosotros. Todos los que oyen su voz, vivirán (Juan 5:25). Dios revela su corazón y planes a Elías, que se encuentra en desánimo y desilusión, con una voz casi inaudible. El profeta recibe un llamado muy importante, de cambiar a los gobernantes de varias naciones. Deberá ungir a Hazael por rey de Siria en lugar de Ben-adad, el rey de Aram, que con su soberbia, menosprecia a Dios; y a Jehú, en lugar de Acab, quien es manipulado por Jezabel a realizar todo tipo de males.
Este sería el último ministerio que debería realizar, porque después de él, vendrá Eliseo. Elías se lamenta porque se siente solo en el camino de la fe, pero Dios le dice que quedarán siete mil personas en Israel con una fe íntegra y pura. Los planes soberanos de Dios son muy sorprendentes, porque Él levanta o destituye a los reyes del mundo, además de levantar a hombres y mujeres de fe por doquier.
Los cristianos demostramos nuestra fe por medio de la obediencia. Al ver a Eliseo, Elías echa sobre él su manto. Este acto significa heredar a alguien su posición o llamado. Elías lo encuentra arando la tierra con doce yuntas delante de sí. Eliseo viene corriendo al profeta, y le dice que le seguirá luego de despedirse de sus padres.
No es posible ver ninguna duda ni vacilación en su respuesta al llamado. A continuación, Eliseo quema las yuntas y las herramientas del arado, tomando un camino sin retorno. Esto nos demuestra una firme determinación y consagración ante el llamado de Dios.
Todos los que hemos recibido un llamado de parte de Dios, debemos tomar una decisión inmediata y obedecer. Dios no solo nos acerca por medio de fascinantes milagros, sino que también lo hace a través de suaves y delicados sonidos para alentar nuestras vidas inmersas en un desánimo espiritual.
Quien tenga un encuentro personal con Él y oiga Su voz, obtendrá la sabiduría tomar decisiones espirituales más claras y podrá cumplir mejor con la misión que le fue encomendada. Cuando estamos agotados física y espiritualmente podemos salir de ese estado por medio de un encuentro profundo con Dios. Dios les guarde.
