Actualmente se calcula que existen alrededor de 3.5 millones de mascotas en manos de familias colombianas, sumado a los cerca de 3 millones de perros y gatos que transitan por las calles del país y que no tienen dueño. Ellos, no solo necesitan cariño y amor, también cuidado y protección. Por eso en el país hay una ley que vela exclusivamente por sus derechos. ¿Cuál es?
Se trata de la Ley de Seres Sintientes o de protección animal que, según José Jaime Padilla, docente del programa de Derecho de Areandina, sede Valledupar, tiene el objetivo de proteger a los perros y gatos, junto a los demás animales domésticos, amansados, silvestres o exóticos vertebrados, de cualquier hecho de maltrato o abandono; igualmente, castiga a las personas que los dejen aguantar hambre y/o sed, que los golpeen físicamente o que, por negligencia o descuido, les generen enfermades. Además, sanciona a los individuos que los sometan a condiciones de miedo y de estrés que puedan afectar su comportamiento natural.
De acuerdo con Padilla, la norma que vigila y castiga las anteriores acciones en contra de los animales es la ley 1774 de 2016, que modificó el código civil y penal, y el de procedimiento penal en lo que se relaciona con el cuidado y tenencia de los seres sintientes. “Entre líneas, asegura que éstos no son cosas y, al contrario, gozan de protección contra la violencia, el sufrimiento emocional y el dolor, en especial, causado directa o indirectamente por los humanos”.
El docente de Areandina explica que las bases de esta ley son dos artículos puntuales del código penal. El primero, el Art. 339A, que castiga los delitos en contra de estos individuos, que amenazan su integridad física y su estabilidad emocional; y el segundo, el Art. 339B, que comprende las circunstancias de agravación punitiva, es decir, las lesiones que se causen con sevicia y extrema crueldad de forma permanente y, que, además, excedan la violencia aún cuando el animal se encuentre malherido o muerto; del mismo modo, penaliza estas conductas cuando se realicen en vía o sitio público. “Adicionalmente, cuando se hagan valiéndose de menores de edad o en presencia de ellos y cuanto se cometan actos sexuales con estos seres”, indicó.
Castigos e infracciones que contempla ley por el maltrato de animales
Multas: Los actos de crueldad que no causen la muerte o lesiones permanentes serán sancionados con multas de cinco (5) a cincuenta (50) Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes (SMLMV). Pero, si este tipo de agravios causan el fallecimiento del animal o lo dejan con daños físicos graves y de por vida, se castigarán con multas desde cinco (5) hasta sesenta (60) SMLMV.
Inhabilidad especial: De uno (1) a tres (3) años para el ejercicio de la profesión, oficio, comercio o tenencia que tenga relación con los seres sintientes.
Penas: El que, por cualquier medio o procedimiento maltrate a un animal doméstico, amansado, silvestre vertebrado o exótico vertebrado, generándole la muerte o lesiones que afecten gravemente su salud o integridad física, podrán pagar un tiempo en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses, es decir, de uno a tres años.
Circunstancias que pueden agravar el castigo o la sanción: Las penas contempladas podrán aumentar de la mitad a tres cuartas partes, si la agresión se hace con sevicia, cuando se realiza en vía o sitio pública, valiéndose de menores de edad o cometiendo estas conductas en presencia de ellos, cuando se ejecuten actos sexuales con los animales y en caso que alguno de estos delitos sea efectuado o perpetuado por un servidor público.
Este es el proceso para denunciar un caso de maltrato animal
Las entidades a las que se debe dar a conocer este tipo de delitos son las alcaldías de las localidades o de los municipios, las estaciones de policía o directamente a la Fiscalía General de la Nación.
Primero, se debe realizar la denuncia ante las autoridades competentes. “Esto puede realizarlo cualquier persona que tenga conocimiento de un presunto delito contra un animal y como se mencionó anteriormente, se puede presentar ante la Alcaldía, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación u otras autoridades competentes”, agregó Padilla.
Segundo, el caso entra en proceso de investigación. Una vez presentada la denuncia, la policía llevará a cabo una indagación de los hechos para recopilar pruebas y determinar si se ha cometido un delito contra un animal. Esto puede implicar entrevistar a testigos, recopilar evidencia física y realizar inspecciones en el lugar donde ocurrieron los presuntos maltratos.
Tercero, la Fiscalía es quien realiza la investigación y determina el proceso penal a seguir, de acuerdo con lo establecido en la Ley 1774 de 2016.
Cuarto, una vez que se recopilan pruebas suficientes, el ente acusador inicia el proceso penal contra el presunto responsable del delito de maltrato animal. “Esto implica presentar el caso ante un juez competente y seguir el procedimiento legal establecido en el Código de Procedimiento Penal colombiano”, añadió Padilla.
Quinto, si el acusado es declarado culpable, se le impondrá una sentencia de acuerdo con las disposiciones legales. Esto puede incluir multas, trabajo comunitario, libertad condicional o incluso prisión, dependiendo de la gravedad del delito y las circunstancias específicas del caso.
Ojo a este dato: La ley también establece que los ingresos recaudados por concepto de multas impuestas por las entidades territoriales competentes por casos de maltrato animal, se destinarán exclusivamente a la formulación, divulgación, ejecución y seguimiento de políticas de protección a los seres sintientes. Esto incluye la realización de campañas de sensibilización y educación ciudadana, así como la constitución de fondos de protección animal. Además, se invita a que las organizaciones animalistas y juntas defensoras de estos individuos participen activamente en el cumplimiento de estos objetivos.