Edicion abril 20, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA
VOLVAMOS A JEHOVÁ
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Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

40. “Escudriñemos nuestros caminos, busquemos y volvámonos a Jehová;

41. levantemos corazón y manos al Dios de los cielos”.

Lamentaciones 3.

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Hallamos misericordia cuando nos arrepentimos del pecado y volvemos a Dios. Jeremías clama al pueblo de Judá: ”escudriñemos nuestros caminos, busquemos y volvámonos a Jehová” (v. 40). Él insta al pueblo a arrepentirse y se lamenta de ver situaciones causadas por la ira de Dios. Pareciera que Dios no ha perdonado a Su pueblo, y ha desatado Su ira contra él para matar sin piedad, como cuando persiguen a un ejército derrotado.

Detuvo la oración del pueblo desplegando nubes en el cielo, porque el pueblo no ha buscado a Dios en el tiempo de la gracia. Debido a todo esto, ellos son tomados por oprobio y abominación por sus enemigos. La causa de la destrucción de Judá es el pecado. Lo mejor que podemos hacer es examinar nuestros pecados y volvernos a Dios.

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Ríos de lágrimas brotan de los ojos de Jeremías al ver el quebrantamiento de Jerusalén. Jeremías confiesa que dichas lágrimas no cesarán hasta que Dios perdone a la ciudad y vele nuevamente por ella. No hay alivio a causa de las mujeres de la ciudad que han sufrido violencia de parte del ejército de Babilonia cuando Jerusalén cayó en sus manos.

VOLVAMOS A JEHOVÁ

Es grande la desesperación que siente ante los enemigos que le han cazado al pueblo de Judá como a un ave, le ataron vivo en una cisterna y lo encerraron con una piedra. Estos últimos serían los falsos profetas que criticaban el mensaje de Jeremías o Edom que se alió con el ejército de Babilonia. Dios ciertamente recuerda la oración con lágrimas que levantamos en un momento de desesperación como este.

La trágica realidad del pueblo de Judá muestra lo terrible que es el juicio. En el día de la furia de Dios, los pecadores recibirán un juicio sin piedad. El sufrimiento que padece el pueblo de Judá por el pecado se replicará en aquellas personas que viven en Jesús. Sin la cruz de Jesús no podemos huir del juicio.

Es decir que la salvación comienza por volvernos al Señor. El fiel que recibió la salvación debe vivir acorde a la voluntad del Señor, quien nos dio Su gracia a nosotros que estábamos destinados a la destrucción eterna. Por lo tanto, debemos predicar a quienes se encuentran bajo juicio para que se vuelvan al Señor al camino de la salvación.

La obra de restauración empieza por volvernos a Dios a través del arrepentimiento verdadero. Dios les guarde.

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