Edicion marzo 18, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA
Publicidad

Comparte

Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)
Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)

“El que pega primero, pega dos veces.” Publilio Siro

Vicky Dávila se adelantó a los demás aspirantes en la carrera presidencial y lidera la intención de voto general con un 15,1 %, seguida por Gustavo Bolívar (11,9 %) y Sergio Fajardo (11,5 %), según la última encuesta de Guarumo, conocida al escribir este artículo.

Vicky ha conectado fácilmente con la ciudadanía con un discurso antipolítico que ha calado en la gente de todas las tendencias ideológicas, cansada de los políticos tradicionales que prometen pero no cumplen. Se muestra sincera y coherente en su visión de país y representa lo contrario a las prácticas corruptas y clientelistas de la politiquería. Afirma que no quiere ser una “política”, sino que la gente la siga viendo como lo que es: una periodista que ama a Colombia y conoce sus necesidades, y que se cansó de denunciar lo malo y ahora quiere hacer la tarea de salvar al país y su democracia de la amenaza inminente que representa Petro.

Publicidad

El país conoce muy bien a Vicky como periodista durante más de tres décadas y sabe que no tiene ninguna mancha en su vida. Es una mujer transparente, sincera, que dice la verdad, cuya aspiración no es por vanidad o ego personal. Vicky ha demostrado su valor para investigar y denunciar la corrupción. Su línea ética y profesional crítica ha sido la misma desde cuando Samper fue elegido con dineros del cartel de Cali, frente a la financiación de Odebrecht en la campaña de Santos, y con este gobierno al denunciar al hijo del presidente, Nicolás Petro, por haber cometido presuntos actos de corrupción y financiación ilícita de la campaña de su padre, y al mismo Gustavo Petro por el sonado caso de los Petrovideos, además de los escándalos de corrupción en la UNGRD y de sus alfiles Laura Sarabia y Armando Benedetti. Vicky no tiene rabo de paja y no le tiembla la voz para levantarla contra la corrupción, y eso es garantía de transparencia frente al electorado.

Vicky es una mujer de pueblo que no ha heredado apellido presidencial, nacida en Buga, Valle del Cauca, viene de una familia de clase media. Mujer de valores familiares acendrados, creyente en Dios. Con esfuerzo y disciplina salió adelante en sus estudios y su vida laboral. Una berraca, como decimos en Colombia; por eso la gente la percibe cercana y la ve como una colombiana normal. Dueña de un carisma arrollador que brilla con luz propia a donde llega, inspirando confianza y credibilidad; basta ver sus intervenciones en el Congreso de Fenalco, o ante los gremios industriales y bancarios, y más recientemente en la Universidad de La Sabana. Es una candidata distinta, la “outsider” de la política colombiana.

Publicidad

Vicky es una luz de esperanza en medio de la oscuridad y el caos de este “desgobierno” de Petro. Al denunciar la corrupción ha sido la verdadera oposición que no han ejercido los partidos tradicionales que apoyan al presidente y que, amañados con él, le han permitido irrespetar las instituciones (justicia, el CNE, gobernadores, Congreso), debilitar la fuerza pública y fortalecer a los bandidos, y para la muestra, se paga un millón de pesos a los jóvenes para que no maten. ¡Habrase visto semejante despropósito!

La guerrilla del ELN se ha fortalecido; son los amos y señores en vastas zonas del país donde no hay ley, como en el Catatumbo. El cultivo y producción de coca han aumentado exponencialmente durante este gobierno. La “paz total” es un completo fracaso y, si para algo ha servido, es para que los bandidos se hayan convertido dizque en “gestores de paz” y gocen de los privilegios jurídicos y económicos que les otorga el gobierno, que tiene fiscal de bolsillo y una Corte infame como la JEP, que los absuelve.

Colombia no necesita que la gobierne un político ni un “doctor”, sino una persona decente y líder como Vicky, que devuelva al país al sendero del respeto a la ley, que nos devuelva la seguridad, que haga crecer la economía para que haya mayor inversión y empleos, que rescate la confianza en sus instituciones democráticas, donde el presidente sea el primero en respetar la Constitución, donde vuelva la paz, pero una paz basada en el respeto a la ley y el castigo a los bandidos, no en premiarlos por sus delitos. Un país en desarrollo, donde todos podamos tener oportunidades para una vida mejor. Una sociedad justa y equitativa.

Vicky encarna esas aspiraciones legítimas del pueblo y no quiere que Colombia corra la misma suerte que Venezuela. Lo ha advertido: Petro quiere pelear con Trump para utilizar la misma estrategia; decir que, por las sanciones económicas que EE.UU. pueda imponerle al país, no hay garantías para unas elecciones libres y quedarse en el poder, como Maduro. Esa película la hemos visto en el vecino país y no podemos permitir que nos pase. Colombia debe preservar su democracia y Vicky es garantía para seguir siendo libres.

Qué bueno que llega a la campaña presidencial una mujer de las calidades de Vicky, ¡ya era hora! Que oxigene nuestra democracia y rompa la tradición machista colombiana de ser gobernados solo por hombres. Vicky es la indicada. Faltan quince meses para la primera vuelta presidencial, el 31 de mayo de 2026, pero la campaña ya arrancó y Vicky pica en punta.

Publicidad

úLTIMAS NOTICIAS

Noticias Más Leídas

Publicidad
Publicidad
Banner suminsitros y energia