16. El rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirle que no me digas sino la verdad en nombre de Jehová? 1 Reyes 22.
Si en verdad tenemos temor de Dios, debemos aceptar hasta la reprensión con humildad. El profeta Micaías dice cosas que agradan al rey, tomando el consejo del mensajero. Así se burla de Acab, quien no muestra ningún interés en conocer la voluntad de Dios, sino que procura escuchar lo que él quiere. Acab insiste en escuchar la verdad sobre su destino y el profeta anuncia que el rey morirá en la guerra y el pueblo será esparcido por los montes.
Pero como Acab no lo toma en serio, Micaías añade diciendo que Dios lo hará morir en Ramot de Galaad, y para esto, usará a los falsos profetas. Dios ha determinado juzgar a Acab y su casa. Por otro lado, le da la oportunidad, una vez más, de confiar en Dios. Aún las profecías más temibles, son un mensaje de amor de Dios, quien nos da oportunidad para arrepentirnos.
La aflicción es inevitable en la vida de todo creyente. Sedequías reacciona emocionalmente ante las palabras de Micaías, quien señaló que Dios puso espíritu de mentira en la boca de los profetas.
Y delante de toda la gente, le golpea en su mejilla y le hace pasar vergüenza para demostrar que tiene mayor autoridad que él. Por otro lado, Micaías no se queda callado, sino que confirma una vez más la Palabra de Dios, demostrando ser un verdadero profeta del Señor. Sea en esos tiempos o ahora, es común ver a los cristianos genuinos sufrir aflicción. Podemos ser tomados como objeto de burla o persecución cuando decimos la verdad. Pero bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia (Mt. 5:10-12).
Para escuchar con atención la voz de Dios, primero debemos abandonar nuestros planes y pensamientos. Para enfrentarnos a este mundo que contradice la voluntad de Dios y hace el mal necesitamos el coraje para tolerar el sacrificio y descubrir la verdad.
Y este tipo de valor viene solo de la fe en Dios quien hace la justicia. Necesitamos una fe firme para poder obedecer a la voluntad de Dios en medio de las tentaciones de este mundo. Solo diga la verdad. Dios les guarde.
