El adagio popular según el cual “nadie es profeta en su tierra” no aplica para Shakira. En plena gira de su tour Las mujeres ya no lloran, que incluyó dos conciertos en su Barranquilla natal, uno en Medellín que fue cancelado y dos en Bogotá, Shakira demostró en su tierra que sí es profeta y que Colombia la ama.
Procedente de Perú, donde había dado un concierto, su primera parada fue en Barranquilla, donde pasó de todo: dos conciertos apoteósicos con lleno total del Metropolitano. Shakira quiso disfrutar, en compañía de sus hijos, de la Guacherna para recordar su infancia en Barranquilla y, disfrazada de marimonda, formó parte de la comparsa “Palo e’ Muerte” y se unió al desfile. En el recorrido, se sentó en un bordillo y llamó la atención mundial sobre la casa y el lugar. Shakira, artista excepcional, convierte en oro todo lo que toca. Una simple hoja de almendro que pisó accidentalmente se convirtió, gracias a la ingeniosa dueña de la casa, en un objeto de venta por un millón de pesos.
Luego de tres décadas de vigencia como artista, Shakira se ha reinventado y resurgido de las cenizas como el ave fénix. Su espectáculo, de primer nivel en escenografía, tecnología y coreografía, nada tiene que envidiarle al de otras grandes estrellas del mundo de la música. Está por todo lo alto y, por eso, no está al alcance de todo el público, solo de quienes tienen el privilegio de pagar una entrada para ver su espectáculo. En los dos conciertos en su ciudad tuvo un aforo de más de 80 mil espectadores y un recaudo aproximado de 100 mil millones de pesos colombianos.
Aparte de las ganancias que generaron sus conciertos a la artista, Barranquilla y sus comercios vivieron un auge. La ciudad recibió ingresos de más de 67 mil millones de pesos, casi 43 mil visitantes y una ocupación hotelera del 95 %. La shakiramanía se apoderó de Barranquilla, activando la economía y beneficiando tanto al vendedor ambulante como al gran empresario. Esta mujer factura miles de millones y hace que otros también ganen dinero. Es el efecto Shakira: una artista muy querida en su tierra y dueña de un carisma impresionante; no en vano su nombre significa “mujer llena de gracia”.
Al momento de escribir este artículo, ya había realizado sus dos conciertos en el Estadio El Campín de Bogotá, a los que asistieron 80.000 personas. Repitió su espectáculo interpretando los éxitos de su carrera, que el público de varias generaciones cantó y bailó al ritmo del movimiento de caderas de la barranquillera. ¡Las que no mienten! Porque esta mujer lleva el calor costeño, el ritmo de la cumbia, el mapalé y la champeta en sus venas.
Si se cumple aquello de que “no hay mal que por bien no venga”, Shakira salió fortalecida después del fracaso de su relación con el futbolista Piqué. Hoy, con 48 años —más madura personal y artísticamente—, el mundo disfruta de una nueva Shakira, empoderada como mujer, que es inspiración para muchas otras que la ven como una mujer resiliente. Por amor a sus hijos (dos lobitos), lucha por salir adelante y ha vuelto a relanzar su carrera, que había puesto en pausa precisamente para cumplir el rol de madre y mujer, sacrificando su fama para consolidar una relación de pareja durante 12 años con el exdefensor español.
De vuelta a los escenarios mundiales, esta mujer parece no tener límites. La esperan 50 conciertos en América este año, que le facturarán 30 millones de dólares, sin contar los de Europa y Asia que tendrá este mismo 2025. Su sencillo La sesión #53 con Bizarrap batió todos los récords de visualizaciones en las plataformas digitales; fue la canción del año 2024, y su álbum Las mujeres ya no lloran, que da nombre a su gira, ha recibido premios Grammy como mejor álbum. Shakira, toda una estrella que, en el firmamento de la música, es hoy la artista latinoamericana más influyente.
Como artista es una superestrella; como madre, una “loba” protectora, muy amorosa y comprometida con la crianza de sus hijos; de hecho, viaja con ellos para no descuidarlos. Buena hija, se preocupa por sus padres. En su faceta de filántropa, a través de su fundación Pies Descalzos, ha construido y donado colegios para darles la oportunidad de estudiar a niños vulnerables. ¡Qué grande es Shakira, con un corazón inmenso de bondad, que es un orgullo de Colombia ante el mundo!
Shakira, una mujer ejemplar que honra a Dios con su vida y obras. Los comentarios malintencionados que la juzgan, supuestamente, por profanar los mandamientos de Dios, y por eso le van a llover desgracias, son propios de la ignorancia de la gente que usa las redes sociales para escribir estupideces.
Su gira apenas comienza; le esperan conciertos exitosos en Chile, Argentina, México, República Dominicana y varias ciudades de Estados Unidos hasta el 30 de junio, antes de su gira por Europa y Asia. Hay Shakira para rato. La loba está de vuelta y sigue aullando con más fuerza.
