La vacunación oportuna, el acceso a servicios médicos y la implementación de medidas de autocuidado pueden marcar la diferencia en la vida de los más pequeños.
La neumonía y otras infecciones respiratorias agudas continúan siendo una de las principales causas de muerte en menores de 5 años en La Guajira. Así lo advierten cifras entregadas por el Gobierno “casi la mitad de los niños menores de cinco años que mueren en esta región lo hacen por infecciones respiratorias agudas que son prevenibles, muchas de ellas a través de la vacunación”, señala la infectóloga Indira Berrío, originaria del departamento.
Esta realidad es alarmante, especialmente si se considera que la neumonía adquirida en la comunidad es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad infantil en el mundo. De hecho, cada 43 segundos muere un niño por esta enfermedad, la mayoría de esas muertes prevenibles con medidas básicas de salud pública. En Colombia, se registran más de 120.000 consultas anuales por neumonía en menores de 5 años y cerca de 50.000 egresos hospitalarios por esta causa.
Los síntomas pueden confundirse fácilmente con un resfriado común: fiebre, tos con flema, dificultad para respirar, fatiga o escalofríos. Pero en los niños más pequeños o con desnutrición, estas señales pueden escalar rápidamente a complicaciones graves.
Además, otras enfermedades respiratorias como el COVID-19 también representan un riesgo importante. En los niños menores de un año, por ejemplo, el riesgo de enfermedad grave es mayor, especialmente si no han recibido protección a través de la vacunación materna o esquemas actualizados.
¿Qué se puede hacer para proteger a los más vulnerables?
- Inmunización: mantener el esquema de vacunación al día es fundamental. Las vacunas no solo protegen al niño directamente, sino que también disminuyen la circulación de virus y bacterias en la comunidad.
- Inmunización materna: las embarazadas pueden proteger a sus bebés incluso antes del nacimiento gracias a la vacunación durante el embarazo. Esto permite transferir anticuerpos a través de la placenta y la leche materna.
- Estrategia capullo: consiste en vacunar no solo a la madre, sino también a todas las personas del entorno cercano del bebé (padres, abuelos, cuidadores), para evitar el contagio durante los primeros meses de vida.
- Higiene y autocuidado: lavado frecuente de manos, uso adecuado del tapabocas en presencia de síntomas respiratorios, distanciamiento y consulta médica oportuna ante señales de alarma.
En una región como La Guajira, donde la infancia enfrenta múltiples desafíos, proteger la salud respiratoria de los niños es una tarea urgente y colectiva.
