Por incumplir financiera y materialmente, los empleados de la fundación Cumpliendo Sueños protestan a la entrada del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, en Riohacha.
Los trabajadores han informado que, de las 22 viviendas utilizadas en zona urbana, diez se encuentran cerradas, porque el operador no ha pagado el arriendo.
Han asegurado que la parte operativa se encuentra sin funcionar, incluso la entidad no cuenta en La Guajira con unas oficinas donde deban reportarse.
Las 140 personas contratadas para atender los niños y niñas, deben cocinar en sus casas y llevar hasta el agua que se le debe suministrar a los menores, porque el operador no responde por nada.
Explicaron que en la actualidad se encuentran a la deriva un total de 1.035 infantes, quienes este año empezaron a atenderlos y los docentes no aguantan más tanto abandono.
Finalmente, afirmaron que en el área rural la situación es similar, donde Cumpliendo Sueños tiene autorizado el manejo de 15 unidades y también deben el alquiler.