Una madre residente en Manaure, La Guajira, realizó una denuncia pública en redes sociales luego de recibir a su hija de un año y cinco meses con varias mordeduras visibles en el rostro, espalda, extremidades y detrás de una oreja, tras asistir al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Altos de Salinas el pasado 1 de abril.
Según su testimonio, la docente encargada del grupo la contactó vía telefónica a las 11:46 a. m. para solicitar su presencia en el CDI. Al llegar, la madre señala que la profesora le explicó que se había ausentado por cinco minutos para buscar agua, tiempo en el que se habría producido el presunto incidente. Asegura también que la auxiliar que debía acompañar al grupo estaba cubriendo a otra docente que se encontraba enferma.
La madre informó que, tras lo ocurrido, junto a su esposo llevó a la menor al Hospital Armando Pabón López, donde fue valorada por el médico de turno. Posteriormente, acudieron al centro zonal del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Manaure para presentar su queja. Hasta la fecha, según indica la denunciante, no han recibido una respuesta oficial por parte del ICBF ni del operador responsable del CDI.
Ante esta situación, la madre expresó inquietudes relacionadas con la dotación de personal, la infraestructura del lugar y el procedimiento que debió seguirse para atender el caso. En su mensaje, hizo un llamado a otras familias a estar atentos al funcionamiento de estos centros y pidió a las autoridades competentes verificar lo ocurrido y garantizar condiciones seguras para todos los niños y niñas atendidos en estos espacios.
Esta redacción reitera que se trata de una denuncia hecha por la madre de familia, cuya veracidad deberá ser verificada por las entidades correspondientes. El llamado es a que las autoridades municipales, el ICBF y los operadores revisen con rigor esta situación y tomen las medidas pertinentes en caso de encontrar irregularidades.
