
“Aunque Colombia no es un cuento de hadas ni es Alicia en el país de las maravillas, es el mejor lugar del mundo, por eso continuamos uniendo caminos, transformando comunidades y promoviendo un medioambiente sostenible”
Con estas palabras enunció Luz María Jaramillo de Méndez, Presidenta y cofundadora, junto a su amado esposo Gabriel Méndez Luque, de Pavimentos Colombia S. A.S, lo que constituyó para ella, en vida, el ADN de esta empresa: su amor inconmensurable por Colombia, su propósito de unir sus territorios, de la mano de las comunidades asentadas en ellos y comprometida con la sostenibilidad ambiental. Ella fue una convencida de que “con cada granito de asfalto producido por Pavimentos Colombia que se ponga en una autopista, en un puente, en una calle o en un andén, todos crecemos, mejoramos y hacemos patria”. La responsabilidad social empresarial ampliada (RSEA) es la impronta y ahora el legado, a la hora de su partida, de Pavimentos Colombia!
Pavimentos Colombia se estrenó en 1968 con la ampliación de la pista de aterrizaje del Aeropuerto Militar de Apiay (Villavicencio, Meta), más tarde daría el salto hasta asumir las labores de suministro, transporte, colocación y compactación de mezcla asfáltica en la ampliación del Aeropuerto internacional El Dorado, Bogotá, el mejor de Latinoamérica, según la auditora internacional Skytrax, poniendo allí su “granito de asfalto” producido por ella y desde entonces no ha parado.
Nuestra amiga Luzma, como la llamábamos familiarmente, era consciente, porque lo había internalizado a consciencia, del reto que significa hacer empresa en Colombia, con la sumatoria de sus conflictos y su conflictividad, que no pocas veces ha puesto a prueba la resiliencia de Pavimentos Colombia, sin arredrarse ni amilanarse. Pero, indudablemente, el momento más difícil para ella lo constituyó la pérdida intempestiva de su esposo Gabriel y tener que seguir adelante sin él, pero como si él estuviera, sin decaer, sin flaquear. Ella en ese momento comprendió lo que quiso decir el célebre filósofo español José Ortega y Gasset: “yo soy yo y mis circunstancias, sino las salvo a ellas tampoco me salvo yo”. Y así fue cómo se vio y se sintió acicateada para seguir avante, sin desmayar, trabajando al ritmo 24/7.
Una coequipera de Luzma, como lo fue July Correa Muñoz, Coordinadora de Responsabilidad social y calidad de vida de Pavimentos Colombia, corazón de la empresa, explica, hablando de sus lecciones aprendidas al lado de la mujer ejemplar y ejemplarizante que ella fue, que “la señora Luz María me enseñó que por muy profesional que uno sea no se puede ir tiranizando ni maltratando a la gente. Ella nos ha enseñado que lo primero es el respeto a la gente, ponernos de acuerdo con ellos”.

Y puso un ejemplo muy cercano a mis afectos: a propósito del proyecto que ejecutó en La Guajira, “Comunidades autosostenibles para la construcción de capital social”, el cual empezó en el año 2015, en el corregimiento de Camarones, (Municipio del Distrito de Riohacha, La Guajira). Mas de 300 familias del pueblo Wayüu han sido los beneficiarios de la iniciativa de recuperar el medioambiente y la conciencia del mismo entre la propia comunidad. Este proyecto y el éxito del mismo lo replicó en el paradisíaco Cabo de la Vela en el Municipio de Manaure. La movió a emprender tan loable iniciativa su visita, junto con el Grupo de lectoras del cual hizo parte al igual que mi señora, quien las invitó a conocer La Guajira, con ocasión de la fiesta patronal de la Virgen de los Remedios.
En efecto, su recorrido despertó en ella sentimientos encontrados, pues a la vez que quedó impactada por el paisaje y la exuberancia tanto del Parque Nacional de los Flamencos en Camarones como de la inigualable belleza del Cabo de la Vela, el contraste no podía ser mayor con la proliferación de basuras por doquier, que la afeaba y opacaba. En ese momento brotó su sensibilidad social, que siempre tenía a flor de piel, la misma que la llevó a abrazar su profesión de trabajadora social. Al instante se propuso y dispuso poner su “granito”, como ella solía decir, con la modestia que la caracterizaba, pero esta vez no de asfalto sino de “arena” para ponerle coto a este deplorable estado del espacio público y del entorno de las viviendas y de sus moradores, recuperándolo con el concurso de ellos mismos, ganándose su afecto y colaboración para lograrlo. No le fue difícil, porque Luzma era ante todo una mujer, además de emprendedora, inspiradora!
El testimonio de July no puede ser más elocuente cuando afirma que ella fue su mayor inspiración y que le dejó como enseñanza que “no se trata sólo de solucionar problemas, sino que lo más importante es generar las oportunidades para dignificar a los demás. En Pavimentos Colombia esta filosofía de la señora Luz María se ha vuelto política y se cumple”. Coincidimos con la manifestación, a manera de obituario, de la Concesión Alto Magdalena cuando expresa que “hemos perdido a una gran líder y hacedora de sueños de los más necesitados”, porque su altruismo y su vocación de servicio no conocieron límites, como tampoco su simpatía y empatía personales, de las que hacía gala. Le expresamos junto con mi señora, Nydia Restrepo y La Guajira agradecida, a sus familiares y al equipo de Pavimentos Colombia nuestras más sentidas condolencias. Paz en su tumba!






