“Yo voy a invitar al compadre Napoleón a cantarle este merengue a Dina López, y a Migue lo voy a llevar con su acordeón, a darle una serenata a medianoche”.
Ineludible recordar el aparte transcrito del merengue titulado por su autor Juan Vicente Munive ‘Dina López’ de la autoría de Chente Munive que en 1971 “Los Hermanos López”, incluyeron en su segunda producción musical del LP ‘Diosa Divina’, esta vez vino a mi mente esa canción, a propósito del paso a la inmortalidad de Miguel “El bigote que tocaba”, el fiel alumno de Luis Enrique Martínez, que por decisión de Dios ha iniciado su viaje sin retorno por el misterioso camino de la muerte.
Justo recordar que fue un hombre discreto, respetuoso y respetado en lo personal y también en lo musical, que inició con sus hermanos y Jorge Oñate, una trayectoria musical que a pesar de que se dio en pocos años, marcó para siempre la música vallenata tradicional, en nuestra crónica conmemorativa en 2010 por sus cuarenta años de recurrencia en la radio y su catálogo ya lo habíamos dicho, que todo comenzó aquella vez cuando unos inquietos estudiantes acompañados de otros provincianos que estaban de paso por Bogotá, después de muchas peripecias convencieron, con una magistral interpretación del merengue “El siniestro de ovejas”, a los directivos de la disquera CBS para que les autorizaran grabar un álbum porque nada de lo que les cantaban les parecía bueno, nada los convencía. Así nació en 1970 la primera Universidad del Vallenato Tradicional, el conjunto de “Los hermanos López” del cual hacían parte entre otros los hermanos Miguel, Pablo, Elberto y ‘Poncho’.
Un viaje de Miguel a Bogotá para una cita médica propició todo, pues estando allá Pablito, ‘Poncho’ Zuleta y Jorge Oñate coincidieron que había que aprovechar la presencia de Miguel para gestionar la primera grabación, desde luego, solo tenían los instrumentos básicos y unas ganas enormes de visibilizar lo que ya venían haciendo en parrandas en las cuales el acordeón lo tocaban, a veces Pablito y otras veces Emilianito.
Así iniciaron la aventura tocando puertas mientras recogían músicos acompañantes en la capital en esas andaban Miguel López, sus hermanos Pablito que alternaba la caja con El Debe, ‘Poncho’ que tocaba la tumbadora, el estudiante de Derecho ‘Poncho’ Zuleta Díaz que tocaba la guacharaca, y habían conocido al bajista Armando Krol, el complemento no pudo ser mejor, un joven también pacífico de nariz protuberante y cabello largo como los hippies, que tenía gracia para cantar y era muy afinado con quien ya Miguel había tocado en su pueblo, la voz de Jorge Oñate que había grabado dos álbumes, en 1968 ‘Festival Vallenato’ con el acordeón de Emilio Oviedo, y ‘Conmigo es el baile’, con la orquesta de Nelson Díaz, los coros de Esteban Salas y Ángel Fontanilla, también colaboró Emilianito Zuleta, autor de la canción “El gallo viejo” dedicada a su padre.
Así vio la luz su primera producción con título paradójico, “Lo último en vallenatos”, grabado con las uñas y de un solo tamacazo, en seis horas, pero nada tuvo que envidiarle a las producciones rutilantes de Alfredo, primo de los López, quien era el rey en las preferencias del público; de ese disco se desprendieron éxitos como ‘Berta Caldera’ de Bienvenido Martínez, ‘El siniestro de Ovejas’ de Carlos Araque; ‘Diciembre alegre’ de Emiro Zuleta y ‘Mis viejos’ de Poncho Zuleta, canciones que siguen siendo recurrentes en la radio medio siglo después.
Después del éxito de primer LP en 1971 hicieron su segunda producción, “Diosa divina” donde se destacaron ‘Los tiempos cambian’ de Poncho Zuleta; y ‘Amor a dos manos’ y ‘Barranquillera’ de Emiro Zuleta. Para la temporada de Carnaval en 1972 salió la producción titulada “El Jardincito”, en esta vinieron entre otras canciones ‘Mi gran amigo’ de Camilo Namén, ‘Amor sensible’ de Freddy Molina y ‘Campesino’ de ‘Poncho’ Zuleta.
Ya con su fanaticada cautiva en el Quinto Festival Vallenato, donde Miguel se coronó como Rey acompañado de Pablito en la caja y Jorge Oñate con la guacharaca y el canto, aquello hizo merecedor a Migue del apodo que le puso Landeros, “El Rey mudo” porque se consideraba incompleto el músico que tocara sin cantar, como consecuencia del triunfo vino el LP “Reyes vallenatos” con ‘Tiempos de la cometa’ de Freddy Molina, ‘Recordando mi niñez’ de Camilo Namén, ganadora de la canción inédita en el festival; ‘Soy estudiante’ de Élver Araujo, Mujeres que me dejaron de Máximo Movil y Estelita González de Poncho Zuleta; en 1973 grabaron el quinto trabajo discográfico ‘Las bodas de plata’ en donde se destacaron ‘La Margentina’ de Julio de La Osa; ‘Corazón Vallenato’ de Emiro Zuleta y canción de Armando Zabaleta que le dio el título. Seis meses después salió ‘El cantor de Fonseca’con éxitos como ‘El contrabandista’ de Sergio Moya, ‘No voy a Patillal’ de Armando Zabaleta, ‘Razón y olvido’ de Julio Oñate, ‘Hermosos tiempos’ y la que tituló el álbum, las dos de la autoría de Carlos Huertas.
En 1974 como consecuencia del triunfo en el Festival de Orquesta hicieron el álbum ‘Fuera de concurso” con éxitos como ‘Dos rosas’ de Freddy Molina, aquella canción en la cual se introdujo una innovación de gran impacto cuando Jorge Oñate dijo “Amor mío, aquí te traigo estas dos rosas, para que las lleves dentro de tu corazón”; también ‘La Loma’ de Samuel Martínez, ‘Adiós amor’, una elegía de Emiro Zuleta a su esposa fallecida; Aracataca espera y El compadre Tomás del Maestro Escalona, vinieron cuatro canciones de la autoría de Emiro Zuleta, Adiós Amor, a través del tiempo, Amor Ardiente y Desde la capital. Para fin de año salió “Rosa Jardinera” que es una canción de Idelfonso Ramírez Bula, difícil decir cuál fue la mejor canción, se destacaron además de ese tema, La muchachita de Alejo Durán; Dos Papeles de Leandro; Patillalero de Cepa de Edilberto Daza; Las bananeras de Santander Durán; Cristina de Freddy Molina; y también Inquietud de Gustavo Gutiérrez.
La última producción al lado del Jilguero de América que titularon ‘Canto a mi tierra’ que vio la luz el en el mes de abril de 1975, cuando vino esa separación musical, dolorosa, sorpresiva, conmovedora, pero de grandes beneficios para la música vallenata, después Miguel grabó cuatro trabajos igualmente antológicos con Freddy Peralta dos producciones‘Acordeón bendito’ en 1975 y ‘Con toda el alma’ 1976 en cuya carátula está Diomedes Díaz, después hizo dos LP con Gustavo Bula ‘El Regreso’ en 1977 y ‘Como aquellos días’. En 1978, finalmente hizo varias producciones conmemorativas.
Fue Migue, el Rector, una universidad con muchos egresados y conductor de una dinastía de Reyes, hoy lamentamos la partida de Miguel, nos dejó su nota melodiosa, ¡hizo lo que iba a hacer y se fue!