La palabra significa todo para nuestro orgullo guajiro. Su valor es una de las riquezas más importantes que tenemos en La Guajira, y que debemos cuidar, honrar y reivindicar para el presente y las futuras generaciones. Por eso, cuando hablo de la palabra, lo hago con la autoridad moral, la coherencia y el compromiso que he demostrado en mi vida personal, familiar y en cada uno de los cargos que he desempeñado, como parte de una labor incansable por nuestra región.
Mi formación profesional como abogado, especialista y magíster en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Universidad Sergio Arboleda, junto a una amplia trayectoria en el sector público, ejerciendo como Secretario de Gobierno departamental, Alcalde encargado de varios municipios y Secretario de Gobierno del Distrito de Riohacha, entre otras responsabilidades, me dan la preparación necesaria para aspirar al cargo más importante y honorable de mi vida pública: ser Gobernador de La Guajira.
Pero, para ser gobernador y trabajar por el progreso de La Guajira, no solo basta con tener ganas, principios y experiencia probada en el sector ejecutivo, también es necesario un esfuerzo colectivo y una visión compartida de largo plazo, que hemos construido escuchando a los diferentes sectores en todo el departamento. Una visión estratégica que está plasmada en el programa de gobierno, donde doy mi palabra para trabajar incansablemente por el porvenir de la región.
El programa, es la palabra de todos. La palabra por una prosperidad económica que genere riqueza, empleo y crecimiento económico inclusivo, sostenible y diversificado, poniendo a las personas en el centro del desarrollo social, creando condiciones de vida digna, especialmente para las más vulnerables, y trabajando exhaustivamente por el fortalecimiento institucional del departamento, como eje fundamental para cimentar bases de desarrollo territorial, y para cerrar la amplia brecha que tenemos entre nuestras potencialidades y los desalentadores niveles de calidad de vida. Será un esfuerzo para avanzar hacia un modelo de progreso alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y cooperar al cumplimiento de las sentencias expedidas por la Corte Constitucional.
Para ello, haremos un trabajo prioritario por la seguridad; donde el diálogo, el entendimiento y el cumplimiento de la palabra serán claves para superar bloqueos y conflictos sociales, fomentando espacios de convivencia sanos y seguros, que vigoricen nuestro tejido social y productividad. Fortaleceremos la infraestructura física, pie de fuerza, uso de nuevas tecnologías, capacidades e intervenciones en materia de seguridad, sistema judicial y policial. Además, nos esforzaremos para que la población carcelaria tenga segundas oportunidades para su resocialización y reincorporación a la sociedad civil; y para que nuestros jóvenes y adolescentes cuenten con iniciativas que le cierren puertas de ingreso a la criminalidad.
Por la educación, donde redoblaremos esfuerzos por elevar su calidad y pertinencia; mejorando la infraestructura educativa, desarrollando competencias y habilidades en estudiantes, docentes, rectores y padres de familia, y promoviendo la ciencia, tecnología, innovación, bilingüismo, liderazgo, y un enfoque diferencial para las comunidades indígenas. Igualmente, fomentaremos una cultura de emprendimiento y espíritu empresarial, de la mano con el sector público, sector privado, academia y ciudadanía; e implementaremos estrategias sostenibles de financiación al acceso y permanencia a educación superior.
Por el agua potable, gestionando soluciones y alternativas de acceso, especialmente para comunidades wayuu, junto con estrategias de sostenibilidad y mantenimiento de infraestructura. Por la salud, para fortalecer los equipos extramurales, mejorar la infraestructura hospitalaria, la vigilancia y control de los servicios, e implementar iniciativas para prevenir, monitorear y atender problemas de salud pública, con particular énfasis en desnutrición infantil, maternidad, salud mental y en las enfermedades de mayor incidencia.
Pero también, por el deporte, la recreación y la inclusión social, donde todos los habitantes puedan acceder a oportunidades de desarrollo humano y productivo, primordialmente las poblaciones más vulnerables, tales como los grupos étnicos indígenas, afrocolombianos, raizales y rom, primera infancia, adolescentes, jóvenes, adultos mayores, población con discapacidad, mujeres y madres cabeza de hogar, comunidad LGTBI+, víctimas del conflicto, migrantes y retornados.
Por otro lado, nos concentraremos en apostarle a un crecimiento económico diversificado, fortaleciendo las capacidades productivas y competitivas de sectores estratégicos como, el turismo y energías renovables, en donde contamos con potencial de clase mundial; el desarrollo rural, robusteciendo los diferentes eslabones de la cadena de valor agroindustrial; la construcción de viviendas; la ampliación de cobertura de servicios públicos; y el mejoramiento de infraestructura para la conectividad marítima, digital, aeroportuaria y vial de la zona rural (vías terciarias), urbana y regional; para estar a la vanguardia del siglo XXI y aprovechar las oportunidades del mercado global, conservando nuestros recursos naturales y riqueza cultural.
Por último, será fundamental implementar una cultura de gestión pública eficiente, confiable y efectiva, con un enfoque en resultados, que mejore nuestro desempeño administrativo y fiscal, incremente la capacidad de generación de recursos propios, fortalezca la formulación y ejecución de proyectos, y trabaje en el acceso a fuentes adicionales de financiación, adoptando mecanismos exitosos de buen gobierno, transparencia y participación ciudadana.
Si bien es cierto, estas líneas no son suficientes para detallar todo el programa de gobierno, que los invito a consultar en www.jairoaguilar.com, como tampoco serán suficiente 4 años para solucionar todos los problemas históricos que ha tenido La Guajira, mi compromiso inquebrantable por trabajar 24/7 en cada propuesta y en seguir construyendo el cambio que nos hemos propuesto, hará que al finalizar el 2027 entreguemos un departamento más próspero y más competitivo, que honre el valor de la palabra y nuestro orgullo de ser guajiros.
