
La Pluma Dorada, como toda Dama Guajira, en esta ocasión plasma la página en blanco con la tinta fina de su pensamiento, inspirada en lo que significa ser mujer, y más si eres guajira.
En este departamento mágico existen muchas mujeres incansables, mujeres que piensan y hacen cosas diferentes desde lo que representa cada una: aquellas mujeres que desde las artesanías tejen sus sueños, desde la pluma plasman su pensamiento, desde el diseño moldean su inspiración, desde su emprendimiento construyen empleo y aportan al desarrollo de esta tierra que necesita más resiliencia, ya que nuestro pueblo ha sido mostrado en todo lo negativo posible por propios y ajenos, llevándose el premio desde hace años como los que menos aman su tierra, los más ignorantes, de entregarla a otros para que la administren, desde ser los más corruptos de los corruptos. Qué triste es aceptar este señalamiento, que se había hecho costumbre.

Hace dos años hacia acá, tenemos un personaje nuevo y que ha revolucionado la política de La Guajira frente a Colombia, el mundo y trece países de Latinoamérica, con la llegada al Senado de nuestra Dama Guajira, Martha Peralta Epieyu, quien, como dicen muchos, llegó a través de una lista cerrada. “Debe hacer”, afirman, y lo está haciendo. Aunque hemos sido testigos de que esta decisión es un desafío para esta hermosa wayuu de alto nivel; haber decidido atreverse a entrar a este mundo político que, en su lectura es perfecta, pero que en su práctica es bastante machista, egoísta y dañina, también es cierto que esta sabia y preparada mujer le está dando cátedra a todos los que llegan con lista cerrada o abierta. Los debe motivar a analizar que, si han venido haciendo las cosas mal, empiecen a hacerlas diferentes, como ella, que gestiona, que pide, que busca ayuda, mira a su pueblo con amor, con respeto, en todos los campos y roles.

Es la oportunidad de que otros, que representan esta tierra, empiecen a hacer cosas diferentes, a mirar a su gente con responsabilidad, con respeto y a soñar esta Guajira Mágica como la sueña y busca hacerla realidad la senadora, que representa a todas esas mujeres que hacen y construyen para sacar a esta Guajira del atraso en que la ha envuelto el machismo arraigado que tiene La Guajira y Colombia, donde se coartan y se trata de sepultar a las grandes mujeres de La Guajira, que quieren mostrar su dinamismo, su creatividad, su máximo desempeño, pero que el machismo que se vive desde los hogares, en los campos laborales, donde se tacha a una mujer cuando hace cosas diferentes, como si no tuviesen mujeres o no hubiesen nacido de una mujer.

El machismo desmedido, y lo más triste, apoyado por aquellas mujeres que aceptan volverse del común, es una de las barreras que enfrenta la senadora Martha Peralta Epieyu, y con ella esas grandes mujeres que desde la empatía se juntan con ella para visibilizar lo poderoso que se vuelven las mujeres cuando aman a su tierra y pueden restaurarla.

Maravilloso lo que ha venido sucediendo en esta tierra de historia ancestral, precisamente gracias al empoderamiento que las mujeres están dando en La Guajira. La senadora Martha Peralta Epieyu, una mujer joven que representa la valentía y gallardía de cada mujer guajira. Muchos dirán que tanto fanatismo hacia esa mujer, no es fanatismo lo que nos sigue a esta mujer sabia, inteligente, creativa, buen ser humano, con sentido de pueblo, de su gente, de cada uno de los pueblos indígenas a los que representa. Claro que no es fanatismo, es admiración, respeto e inspiración para seguir dando más por esta dama de damas: La Guajira, mi tierra, tu tierra, nuestra tierra.