Edicion noviembre 24, 2024
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“Lloré a mi mamá día y noche. 21 años después, me sigue doliendo su ausencia”: la búsqueda de Wésler y Mary

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La Unidad de Búsqueda recuperó el cuerpo de Ana Yerlis, madre de Wesler y Mary, en un recodo montañoso de la Serranía del Perijá

“Lloré a mi mamá día y noche. 21 años después, me sigue doliendo su ausencia”: la búsqueda de Wésler y Mary

Aunque han pasado 21 años de la desaparición de Ana Yerlis Agudelo, sus hijos Mary Margarita y Wesler la siguen llorando. Buscan con lágrimas ahogar el vacío que les dejó en el corazón la ausencia de su madre.

Ana Yerlis era una mujer de estatura mediana y tez morena que recién había cumplido 15 años cuando los hechos relacionados con el conflicto armado, ocurridos una madrugada, la separaron de su hogar. Desde entonces, sus dos hijos, que para la fecha tenían un año y nueve meses de edad, respectivamente, empezaron a experimentar el dolor de la ausencia materna.

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Los recuerdos que Mary Margarita, hoy con 29 años de edad, tiene de su mamá se tornan borrosos. “De mi mamá tengo pocos recuerdos, cuando ella salió de la casa yo tenía un año. En tres oportunidades nos permitieron a mi hermano y a mí verla en las Farc-EP. Ella era muy feliz cuando nos veía, nos abrazaba y besaba. Nos demostraba que nos quería mucho. Después de un tiempo no volvimos a donde ella estaba y nunca entendimos por qué. Años después supimos que había muerto”, relata en medio de sollozos y con los ojos aguados.

Hace una pausa, toma aliento y continúa. “Fue muy dolorosa la forma como nos enteramos de que ella había muerto. Yo estaba en el colegio y la profesora se refirió a mi como la hija de la difunta. No entendía qué significaba difunta hasta que llegué a la casa y le pregunté a mi abuela, quien me explicó. Ahí entendí por qué llevábamos varios años y no habíamos vuelto donde mi mamá, eso fue muy doloroso”.

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Después de decir esto, Mary vuelve a hacer otra pausa. Sus fuerzas se desvanecen y su mirada se pierde en el horizonte del cielo guajiro. Dobla sus rodillas y las lágrimas se empiezan a desgranar desde su alma.

A dos pasos de distancia, sobre un montículo de tierra y en completo mutismo permanecía Wesler, hermano menor de Mary Margarita. Su mirada estaba fija en un punto del suelo, justo en ese mismo lugar donde se encontraba el equipo forense de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) iniciando la excavación para extraer las estructuras óseas de Ana Yerlis, quien hace 21 años yacía enterrada en ese suelo arcilloso a un metro y 38 centímetros de profundidad. En esta tarea, también participaban excombatientes de las extintas Farc-EP que sostuvieron un vínculo de amistad muy cercano con Ana Yerlis o ‘Marisol’, como le decían.

“La última vez que vi a mi mamá yo tenía 13 años y cuando supe que había muerto lloré tres años, de día y de noche”, irrumpió Wesler con voz entrecortada. Levanta la mirada y le exclama un reclamo a nadie: “¿Cómo fueron capaces de separarnos de mi mamá, yo apenas tenía nueve meses y mi hermana un año?”. Wesler vuelve la mirada a la fosa mientras ve cómo se continúa la excavación.

El equipo forense de la Unidad de Búsqueda adelanta las labores de búsqueda concentrado en la excavación del terreno en un recodo de las entrañas de la Serranía del Perijá, en una finca ubicada en el municipio de Urumita (La Guajira), donde fue inhumado el cuerpo de Ana Yerlis. Las estructuras óseas se encontraban bajo un enramado de guaduas y helechos silvestres, a campo abierto; y su recuperación, junto con otros elementos, se adelantó con el mayor cuidado.

De manera complementaria, se realizó un acto simbólico dignificante en memoria de Ana Yerlis y en reconocimiento y respeto a sus familiares presentes.

Ana Yerlis salió de su casa hace 28 años y permaneció en la región montañosa de la Serranía del Perijá. Según los relatos de las fuentes abordadas en la investigación de la UBPD, murió en 2003 luego de un combate con la fuerza pública y su cuerpo fue inhumado en la zona por sus compañeros de filas. A la labor humanitaria que adelanta la Unidad de Búsqueda se han sumado muchas personas que apoyan e impulsan el encuentro de quienes desaparecieron en medio del conflicto armado aplicando el principio de la no discriminación, es decir, sin importar las circunstancias.

El cuerpo de Ana Yerlis será entregado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entidad que realizará el proceso de identificación, para luego hacer la entrega digna a sus familiares por parte de la UBPD.

La territorial Cesar-La Guajira de la Unidad de Búsqueda registra un universo de 5.200 personas dadas por desaparecidas en los departamentos del Cesar y La Guajira. Por ello, la entidad hace un llamado a las personas que tengan algún familiar desaparecido antes del primero de diciembre de 2016 y en hechos asociados al conflicto armado; o quienes presuman que los cuerpos de sus seres queridos desaparecidos se encuentran dispuestos en algún cementerio o en zonas a campo abierto para que se acerquen a la sede de la UBP en Valledupar, ubicada en la carrera 8 # 14 – 26 (barrio Cañaguate). También se pueden comunicar a través de las líneas telefónicas 3167444722 y 3165243128.

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