La Dirección de Investigación de la Universidad de Cundinamarca y docentes de la licenciatura en matemáticas crearon un libro con metodologías aplicadas para enseñar el pensamiento numérico a personas con síndrome de down.
La Universidad de Cundinamarca lanza el libro “Ambientes de inclusión para el desarrollo del pensamiento numérico con población con síndrome de down”. En este libro, escrito por un grupo de investigación en cabeza de los docentes de matemáticas de la Universidad de Cundinamarca Juan David Firigua Bejarano, Luisa Valeria Escobar Buitrago e Ingry Yuliana Torres Garzón y la líder del grupo de investigación de la Universidad de Cundinamarca en cabeza de Martha Barreto.
En esta obra, los autores realizan una investigación aplicada en una escuela del municipio de Pasca en Cundinamarca, en donde aplican la metodología de escuela nueva, debido al número de estudiantes, en una población rural, es decir, manejan diversos grados en un mismo salón de clase, tienen a un estudiante con síndrome de down, el cual fue incluido en las diversas actividades, incluyendo las clases de matemáticas.
Las matemáticas son fundamentales para desarrollar un pensamiento crítico como resolución de problemas de la vida cotidiana, como por ejemplo tomar un bus o comprar algo en la tienda. Al negarles a personas con capacidades de aprendizaje distinto la posibilidad de entender la matemática, se les estaría negando la posibilidad de comprender su entorno desde un punto de vista crítico. Por esto, las personas con síndrome de down necesitan un entendimiento básico del funcionamiento de esta ciencia, para que a partir de allí, puedan empezar a interactuar de una mejor manera con la sociedad y desarrollen competencias para su vida, autonomía y un desarrollo integral, expresó Juan David Firigua Bejarano, docente de la licenciatura de Matemáticas de la Universidad de Cundinamarca y coautor del libro.
La mayoría de los procesos de inclusión para personas con barreras cognitivas, son relegadas, se les niega la oportunidad a que hagan parte de la sociedad.
La enseñanza de las matemáticas para personas con síndrome de down, requiere por parte de los docentes una dosis extra de creatividad, paciencia, esfuerzo, cambio de patrones y conductas, ya que estos estudiantes tienen unos tiempos de aprendizaje un poco más largos, debido a que deben tener una mayor repetición de las instrucciones y hay que fortalecer y retomar los temas vistos anteriormente con mayor frecuencia.
En general, las matemáticas son una ciencia que para tener éxito en el aprendizaje, dependen de la motivación y gusto de los estudiantes para aprenderla con mayor facilidad, por lo tanto, en este proceso desarrollado en Pasca, Cundinamarca, se hicieron procesos de inclusión con personas con barreras cognitivas, para lo cual, se incluyeron metodologías como el juego, la observación, el trabajo en equipo, juegos de roles, que permitieron que los estudiantes down se incluyeran en los procesos de aprendizajes del salón.
Anteriormente, no habían procesos de inclusión adecuados, pues tenían a los estudiantes con capacidades diversas, con actividades separadas del grupo, y mediante las metodologías propuestas en el libro, se incluyeron a los estudiante con capacidades diversas como uno más del grupo.
“La importancia de enseñar matemáticas a las personas con síndrome de down es convertirlas en personas que puedan adaptarse a la sociedad, que puedan manejar dinero y hacer cuentas básicas, lo que les va a permitir obtener la resolución de problemas, así como desarrollar sus competencias y fortalecer sus debilidades, ya que son personas maravillosas, amorosas, emocionales y muy afectivas.
Al escribir este libro y realizar la investigación aplicada siento cada vez con más fuerza la vocación que tengo como docente, me ayudó a comprender que los maestros estamos orgullosos de nuestros estudiantes y de lo que puedan llegar a ser en la vida. También me enseñó a entender la desigualdad que tenemos en la Colombia profunda, en las escuelas rurales lejanas, y la falta de capacitación de muchos maestros, debido a las dificultades para dictar sus clases en zonas recónditas de nuestro país. Por esto, deberíamos incentivar la educación para nuestros maestros, quienes siempre brindan a sus estudiantes lo mejor de sí, para seguir luchando por una Colombia mejor mediante la educación y continuar enseñando a nuestros niños y jóvenes el respeto, la empatía por el otro y a amar las diferencias, para que rompamos las barreras de la desigualdad y cada día seamos una sociedad más empática y equitativa”, expresó Juan David Firigua Bejarano, docente de la licenciatura de Matemáticas de la Universidad de Cundinamarca y coautor del libro.
