Por: Juan Carlos Herrera
Por primera vez en La Guajira, el Centro Democrático inscribe su lista en la Asamblea. Precisamente, cuando se trata de un partido político que no está en el poder presidencial.
Es un reto grande, tal como se le conoce a este partido, desde la primera vez que el ex presidente Álvaro Uribe Vélez llegó al poder. Sin embargo, es una señal de la preocupación que existe de que las cosas en el departamento, no marchen por el camino de la democracia, con la que tanto se inspiran sus miembros para existir como políticos. Muchos de los cuales, con esa ideología, al final siempre terminan teniendo éxito.
Lo curioso del caso, es este nuevo ejemplo de que “la unión hace la fuerza”. Para la Asamblea de La Guajira, Centro Democrático tiene una lista cerrada de sectores, conformada por siete integrantes.
Los integrantes son Bruno Bovea Morales, periodista, empresario y uribista de tiempo completo; Leydi Cortés, empresaria y representante de la creencia católica; Efrén Granadillo, médico, ganadero; Roberto Burgos, representante de la reserva activa de la policía y el ejército; Fernando Rentería, representante del sector con discapacidad; Celena Rodríguez representante de la comunidad wayuu; Karina Bonilla, representante de la juventud. La juventud con que aspira renacer un grupo político, que sigue con su mano firme y corazón grande.
En efecto, ese sentir de que Colombia sea el mejor país del mundo, produce que varios miembros de este equipo aspiren a la Asamblea, para ayudar democráticamente al Departamento de La Guajira, que sueña desde la arena con un buen Gobernador duradero. Donde la razón social de Centro Democrático, siempre ha contado con muchos votos, por los ciudadanos sentir el latir del corazón de sus líderes.
Con aire nuevo, los buscan de nuevo. No tanto de forma individual, sino colectiva.
Por eso están siete del mismo partido en el tarjetón, porque para cualquiera de los siete, votar por uno solo de ellos, es votar simultáneamente por todos.
Dice Bruno Bovea: “Es una lista que recoge ese sentimiento del partido, o de las personas afines con el partido”. El 29 de octubre los electores solo van a votar por el logotipo del partido, latiendo con siete corazones.
Hay razones para creer que ese trabajo coequipero, arrojará buenos resultados. Pues no hay una ambición personal, sino de partido. El que, muchas veces, ha cantando la canción de la victoria. La cual, dicen ellos, es la mayoría del pueblo colombiano la que puede gozar.
En conclusión, se ha confirmado un equipo, con la intención de alcanzar el objetivo de que el partido independiente más famoso en la historia de Colombia, tenga también miembros en la Asamblea de La Guajira.