Edicion julio 7, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

La Guajira en su LX aniversario

La Guajira en su LX aniversario
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Columnista - Amylkar David Acosta Medina
Columnista – Amylkar David Acosta Medina

Bien dijo el gran pensador antioqueño que Colombia es un país de regiones y entre estas se destaca una de ellas, que está claramente caracterizada, la del Caribe, de la cual hace parte La Guajira, descrita por él como la esquina oceánica de América, dibujada magistralmente por uno de nuestros juglares, Hernando Marín, como “una dama reclinada, bañada por las aguas del Caribe inmenso…Majestuosa encabezando el mapa…luciendo con soltura y elegancia una gigantesca manta y joyas de misterio”. Es más, si hipotéticamente se le quitara La Guajira al mapa de Colombia, este quedaría decapitado!

La Guajira ha sido bendecida por Dios, al dotarla de ingentes recursos naturales renovables y no renovables. Es el único Departamento del país que cuenta con todos los pisos térmicos, desde el sol canicular y el desierto de su territorio más septentrional hasta el pico nevado  de Colón, el más elevado en el mundo a orilla del mar, en uno de los flancos de la Sierra Nevada de Santa Marta, declarada por parte de la UNESCO como Reserva de Biosfera, del Hombre y de la Humanidad en el año 1979. De allí la enorme biodiversidad que la caracteriza, en donde se da desde el cardón entre dunas que, al decir de otro juglar de nuestra música vernácula Leandro Díaz, “en tierra mala ningún tiempo lo derriba, en cambio en tierra mojada nace de muy poca vida…que no lo marchita el sol” y en contraste se da también el café orgánico con denominación de origen en la Sierra.

Además de biodiversa, La Guajira es multiétnica, poblada predominantemente por afros y mestizos, cuenta con la más numerosa y diversa población indígena del país, sobresaliendo entre ella el pueblo Wayüu, asentado en la Alta Guajira, secundada por los arhuacos, los wiwas, los kogis y los kankuamos, que habitan la Sierra Nevada. Cabe destacar que esta población aborigen conserva intactas sus costumbres, su cultura ancestral, sus hábitos, ritos y mitos, así como sus habilidades para las artesanías.

Mención aparte merece el reconocimiento que le hizo la UNESCO en el 2010 al Sistema normativo de los Wayüu aplicado por el pütchipü´üi, más conocido como “palabrero”. Este Sistema está basado en los principios de la reparación y compensación, los mismos que inspiran la Justicia especial para la paz (JEP) acordado con las FARC para ponerle fin a un conflicto armado que había perdurado más de 50 años. Ha cobrado tanta importancia y relevancia que la Universidad del Rosario ofrece la cátedra de dicho Sistema normativo (¡!).

La Guajira en su LX aniversario

La Guajira sobresale en el contexto nacional también porque históricamente ha servido de despensa minero – energética del país, gracias a sus enormes reservas de gas y de carbón, convertido en el segundo renglón de exportación del país. Y en momentos en los que se impone la necesidad de la Transición energética desde las energías de origen fósil hacia las fuentes no convencionales de energías renovables (FNCER) para contribuir a la descarbonización de la economía y así combatir el Cambio climático, nuevamente La Guajira se destaca por el mayor potencial de las mismas en Colombia.

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Y no es para menos, habida cuenta que la velocidad del viento en su territorio es el doble del promedio a nivel mundial y la radiación solar supera en un 60% dicho promedio. Este potencial de FNCER está llamado a servir de base y jalonar el proceso de transformación y diversificación de la economía regional, promoviendo su industrialización, empezando por el cluster del hidrógeno verde, tras del cual se pueden desarrollar otros proyectos conexos, que la proyecten más allá de la industria extractiva, pero sin darle la espalda a esta prematuramente, porque nos podría salir caro!

Pero, para que este proceso no se estanque y lo que sería más grave se trunque, es fundamental superar  y tramitar de la mejor manera los frecuentes desencuentros que exacerban la conflictividad social, recurriéndose casi a diario a los bloqueos de las vías del Departamento hasta por los motivos más baladíes. Ya va siendo hora de hacer un alto en el camino, para reflexionar, para hacer un acto de contrición colectiva y un firme propósito de enmienda, no para enmudecer ni amordazar la voz de las justas propuestas, pero sí para pasar a las propuestas, discernir sobre ellas y que las autoridades sean más receptivas, diligentes y eficaces para dar respuesta pronta y oportuna a los justos reclamos, que no deben empezar por el final, apelando a los bloqueos sino por el principio del diálogo que ellas promuevan, anticipando a la recurrencia de las vías de hecho.

Esta es la única manera de evitar que se nos cierre en las narices esta ventana de oportunidad con la que cuenta La Guajira, malográndose el desarrollo económico y social en ciernes, frustrando de paso el futuro que se merecen las nuevas generaciones, que están ávidas de oportunidades, frenando de paso el pronunciado éxodo de nuestros jóvenes, que se ven forzados a migrar a otras latitudes buscando nuevos horizontes, ya que en su tierra se le cierran!

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