Edicion marzo 20, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA
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Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)
Columnista- Fabio Olea Massa (Negrindio)

Picó, champeta y verbena: una simbiosis del carnaval y expresión cultural del espíritu vernáculo costeño. La música africana (champeta) ha sido estigmatizada por su origen, debido a prejuicios raciales que ven al “negro” con recelo solo por el color de su piel y sus costumbres. Mi abuela Prisca (q. e. p. d.) no podía ver a una persona negra porque se asustaba, la juzgaba mal y decía que se le parecía al diablo. Por lo general, el racista tiene el prejuicio de que la gente negra es mala persona, ladrona o viciosa. En Cartagena, ciudad con población mayoritariamente negra, es donde, paradójicamente, hay mayor prejuicio contra la población negra. Los vendedores de pescado suelen ser, en su mayoría, de raza negra y usan un cuchillo llamado “champeta” para descamar el pescado. La gente les apodó “champetuos” y, cuando veían a un vendedor con su ponchera, decían: “ahí va un champetuo”.

En la Cartagena de los años 70 estaban en pleno auge los “picós”, potentes máquinas amplificadoras de música, fabricadas artesanalmente, que amenizaban las verbenas en los barrios populares. La música que más se bailaba en esas barriadas era la champeta, grabada en discos de acetato de 45 revoluciones que traían los marinos que viajaban por el mundo; música africana proveniente de Nigeria, Zaire, Senegal y Camerún. Los dueños de estos aparatos tronadores de música los pintaban con dibujos fluorescentes de dragones, serpientes, demonios, mujeres desnudas y otras figuras alusivas al mundo picotero. “El Gran Pijuán”, “El Coreano”, “El Timbalero”, “El Sibanicú”, “El Solista”, “El Conde”, “El Guajiro Tiraflechas” (o “El Guajiro Tira Flechas”) y “El Gran Ché” fueron algunos de los “picós” famosos de los años 70.

El “picó” va de la mano con la verbena. Una verbena “picotera” es un espectáculo de música y sonido. El mundo picotero tiene su propio vocabulario. Un “pique” es una competencia entre “picós” para demostrar cuál es más potente o tiene mejor música o animación. La “placa” es una grabación con mensajes creativos, humorísticos o retadores. Todo “picó” tiene su placa de presentación que lo identifica y es, a la vez, su “grito de batalla”.

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La champeta, como fenómeno sociocultural, irrumpió con fuerza en la costa Caribe colombiana hasta posicionarse como una música muy popular en los barrios de Cartagena y Barranquilla. En sus inicios, la champeta fue resistida por la sociedad, que la consideraba música para gente de clase social marginada. Pasó lo mismo con el vallenato, la ranchera y el tango. En Colombia, el vallenato fue considerado música para gente “corroncha” o campesina. Lo mismo ocurrió en México con la ranchera; de hecho, el término “ranchera” viene de “rancho”, que es el lugar rural donde se crían animales. Y en Argentina, el tango pasó de los burdeles a los grandes teatros. Hoy la champeta se escucha en clubes y discotecas y la baila todo el mundo; es tan buena musicalmente que Shakira, con su estilo, la presentó en el Super Bowl de 2020 en Miami.

Entré en contacto con el mundo champetero y picotero siendo un niño de 8 años, viviendo en Cartagena, al pie de la Loma del Diamante. En ese sector del barrio Torices, los fines de semana se prendía el picó y sonaba la champeta africana; yo iba a la loma a ver a las negras bailando champeta. Desde ahí nació mi gusto por la champeta, pero la original, la propia africana (la dura), esa que llaman despectivamente “música pa’ negro”, pero que, para mí, es una buena música.

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En 1982 se realizó en Cartagena el Festival de Música del Caribe, y la ciudad recibió una gran influencia musical de países del área del Caribe como Jamaica, Haití y San Martín. La música evolucionó para adaptarse a nuevos tiempos y ritmos, y entonces los músicos criollos tomaron la champeta y la fusionaron con ritmos caribeños, creando la “música terapia”, un ritmo “made in Cartagena” que fue un suceso musical en la década de 1980-1990. De esta época son artistas como Álvaro “el Bárbaro”, “El Sayayín”, “El Afinaito”. La “música terapia” evolucionó a la “champeta criolla” que escuchamos hoy, un ritmo afrocaribeño con sonido electrónico más comercial. Mr. Black la vistió de frac y la volvió un producto comercial internacional. Este género musical representa a Cartagena.

El músico nigeriano Prince Nico Mbarga (fallecido) es, sin duda, uno de los artistas más importantes de la música africana. Se le asocia con la “champeta africana”, aunque en realidad su música mezcla ritmos como el soukous con el highlife. Dejó grandes éxitos que son clásicos y siguen sonando, como “Sweet Mother”, la canción más vendida en África con más de 13 millones de copias; “Christiana”, “Simplicity” y el súper éxito “Aki Special”, entre otros.

La champeta es música bailable, y el picó sigue siendo el rey de la verbena. La champeta africana es, para mi gusto, la mejor música para bailar y gozar los precarnavales. Así que, mi gente verbenera, ¡a preparar el esqueleto y a azotar baldosa bailando los clásicos! “El Ejen”, “El Satanás”, “El Akién”, “Zouke Zouke”, “Los Trapitos al Agua”, “La Turbina”, “Paola”, “El Pato”, “Salud Salud”, “Zangalewa”, “La Mencha”, “El Capataz”, “La mala hierba” y tantos otros éxitos verbeneros.

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