9. “El primer día del primer mes había dispuesto su partida de Babilonia, y el primero del mes quinto llegaba a Jerusalén. ¡La buena mano de Dios estaba con él!
10. Porque Esdras había preparado su corazón para estudiar la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”.
Esdras 7.
Dios prepara a hombres y mujeres para usarlos en su tiempo. Esdras vuelve de Babilonia una vez terminado de construir el templo, en pleno proceso de restauración de la vida de adoración del pueblo judío. Él es el décimo sexto descendiente del linaje de Aarón, de la familia sacerdotal, diligente en la ley de Moisés. Además, por la ayuda de Dios, cuenta con todo el apoyo del rey para todo lo que pudiera necesitar.
La restauración de la comunidad de Judá depende de la restauración de la Palabra de Dios. Es por ello que Dios ha preparado a Esdras, con el fin de restaurar espiritualmente al pueblo judío que había vuelto de la cautividad. Y efectivamente, él contribuye grandemente a la renovación espiritual de Judá y no por su poder, sino gracias a la ayuda de Dios. Dios está de su lado, por lo que la renovación espiritual de Israel prospera cada día.
La actitud del líder determina la restauración espiritual de la comunidad. En el séptimo año del rey Artajerjes, Esdras vuelve a Jerusalén junto a los hijos de Israel, los sacerdotes y los levitas. Parten de Babilonia el día primero del primer mes y llegan a Jerusalén en el mes quinto, es decir, que han recorrido unos 800 km. en cinco meses. Es un viaje largo, con toda clase de peligro en el camino. Sin embargo, la mano protectora de Dios ha estado con ellos.
Al llegar a la Santa ciudad, Esdras toma la decisión de inquirir y cumplir la ley de Dios, además de enseñar a otros los estatutos y decretos. Él sabe muy bien cuán importante es el lugar que ocupa el ministerio de la Palabra en la restauración espiritual. La restauración de una comunidad depende estrictamente de la Palabra. Es por ello que los que han sido encomendados con este ministerio, siempre deben velar.
Esdras podría haber tenido como objetivo progresar en Babilonia, ya que había nacido y crecido allí. No obstante, no olvidó el significado de su vida de fe y se volvió una persona con un destacado conocimiento sobre la Palabra de Dios. Seguramente le deben haber enseñado desde pequeño que siempre permaneciera cerca de la Palabra.
Esdras era un hombre de gran influencia, favorecido por el rey persa. Sin embargo, había decidido sufrir junto al pueblo de Dios y regresó a Jerusalén a estudiar y observar Su Palabra y decide enseñarla. Quienes siguen la Palabra en este mundo pueden parecer anticuados, pero eventualmente es lo que nos lleva hacia la vida.
El cristiano debe esforzarse con la mirada de la fe puesta en Dios que trabaja incluso en medio de la casualidad. Dios les guarde.
