Emprendimiento es la palabra que se ha puesto de moda en los últimos años en casi todo el mundo, a partir de que se relaciona con la decisión de llevar a cabo el desarrollo de actividades, por iniciativa de las personas, con el fin de superar dificultades económicas ante la imposibilidad de conseguir un empleo formal.
En esencia el emprendimiento se refiere a la capacidad que tiene una persona de hacer un esfuerzo para alcanzar un objetivo, con base en una empresa prestando un servicio o suministrando bienes de elaboración propia o como intermediario, pero siempre con la capacidad de innovación.
En tal sentido se necesita de la conjugación de actitudes y aptitudes para que el emprendimiento sea un negocio exitoso. Por eso, a pesar de que las personas tengan habilidades innatas o adquiridas de nada sirven si no tiene al mismo tiempo el deseo de superación y las ganas de triunfar en el negocio. ¡El emprendimiento es para gente extrovertida! Que no tenga pena de llegar y entrar donde sea necesario, que sea capaz de asumir riesgos.
Pienso que la gente ha considerado el emprendimiento como una alternativa de prosperidad y de mejora de las condiciones de vida como consecuencia del desempleo y falta de oportunidades. Se toma la decisión de ser su propio jefe.
Es que el emprendimiento puede llegar a ser la tabla de salvación para muchas personas para generar sus propios recursos, en tal sentido poder mejorar su calidad de vida, y la satisfacción del deseo de “ganarse la vida” de manera honesta.
A pesar de las limitaciones del confinamiento y cierre de negocios como consecuencia de la pandemia del covid-19, las actividades de emprendimiento no tuvieron mayores consecuencias.
De acuerdo con la información que consolidada el Registro Único Empresarial y Social (RUES) a partir del reporte de las 57 Cámaras de Comercio que existen en el país, entre enero y junio del presente año se han creado 166.338 empresas que corresponde al 26,2% más que en el mismo periodo del año pasado; y de las cuales el 74,7% corresponde a personas naturales y 25,3% a personas jurídicas.
En términos de tamaño, se pudo establecer que del total de nuevas empresas creadas en 2021 el 99,53% son microempresas, el 0,44% son pequeñas empresas (0,38%) y el 0,03% son medianas y grandes, tomando como base del tamaño el valor de sus activos.
El emprendimiento debe ser asumido como una cultura mediante la cual el Estado, las empresas y el sistema educativo promuevan el desarrollo de las personas para que tomen la decisión de llevar a cabo su crecimiento económico con acciones concretas, a partir de su propia iniciativa, para ser más productivas y generar riqueza.
Para Sergio Zuluaga, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de Colombia (ASEC) le hace falta decisión al gobierno para llevar a cabo una política pública que de manera decidida promueva las iniciativas del emprendimiento para generar un ingreso en las personas sin estar vinculados a un trabajo en una empresa y que al mismo le imprima dinámica a la economía, porque “Como país todavía no nos sentimos cómodos hablando sobre emprendimiento porque no hemos podido balancear con determinación y propósito las dos grandes formas de aproximarse a estos temas, por un lado está el emprendimiento como política social, principalmente pensado para la generación de ingresos, y por la otra orilla aquel concebido como una política de desarrollo económico, capaz de jalonar el crecimiento. En Colombia no hemos podido entender e instrumentalizar esta diferenciación”.
Sin embargo, hay que decir que existen programas a los cuales se puede acudir en busca de apoyo económico como es el Fondo Emprender que administra el SENA, creado como un fondo de capital semilla para apoyar el empleo y ampliar la protección social, financiando iniciativas empresariales que provengan y sean desarrolladas por aprendices o asociaciones entre aprendices, practicantes universitarios o profesionales.
De tal manera que el objetivo del Fondo Emprender es apoyar los proyectos productivos que tengan la dirección de integrar los conocimientos adquiridos por los emprendedores en sus procesos de formación con el desarrollo de nuevas empresas.
Hay que asumir con firme convicción que mediante la creación de proyectos productivos se puede a llegar a triunfar en el aspecto personal y económico.
De tal manera que el triunfo no solo está es ser eterno empleado de una empresa sino en ser el empleado de su propia empresa, mediante la ejecución de su iniciativa para llevar a cabo una actividad productiva.
