Edicion abril 22, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

LA ACTITUD SOBRE LA PRIMOGENITURA

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Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

33. Y dijo Jacob: “Júramelo en este día”. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

Génesis 25.

La promesa de una descendencia numerosa tarda en cumplirse en la familia de Abraham, pero ciertamente se hace realidad. Al igual que Sara, Rebeca fue estéril por mucho tiempo, pero Isaac oró a Dios y después de 20 años Rebeca concibe y engendra hijos varones. Ambos compiten entre sí desde el vientre de su madre.

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Dios declara que cada uno formará una nación, pero el mayor servirá al menor. Se trata de una elección soberana del Señor. Esaú y Jacob nacen el mismo día, pero con características muy diferentes. Isaac amó a Esaú y Rebeca a Jacob, esto ocasionó cierta tensión incluso en el matrimonio de Isaac y Rebeca. Busquemos primero la voluntad de Dios para criar a nuestros hijos conforme a Sus propósitos.

Los necios menosprecian y desprecian los regalos que reciben de Dios. Un día, Esaú vuelve de cazar con mucha hambre y vende su primogenitura por un plato de guisado. Si hacemos una traducción literal del pasaje bíblico en hebreo, dice: ”eso rojo, te ruego que me des de comer”, expresando su gran anhelo (v. 30).

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También dice Esaú: ”me estoy muriendo, ¿para qué me servirá la primogenitura?” (v. 32). Y reconoció su falta de interés en la primogenitura. La Biblia hace una evaluación de esto, y dice sobre Esaú: ”así menospreció la primogenitura” (v. 34). Menospreciar significa tener algo en poco. Esaú menospreció lo que había recibido de Dios. Tener en poco los regalos del Señor, equivale a despreciar a Dios mismo.

La pelea entre Jacob y Esaú, que comenzó en el vientre de su madre, continúa hasta la lucha por la primogenitura. La Biblia llama a Esaú, que se tomó la primogenitura a la ligera, profano (Hebreos 12:16) y ejemplo de alguien que se alejó de la gracia de Dios. Finalmente, Jacob recibe la bendición de la primogenitura y se establece nuevamente la historia de la genealogía de Dios.

Esta es la gracia perfecta que el Señor le da a quien no se la merece, en este caso, Esaú no consideraba valiosa la primogenitura, mientras que Jacob la anhelaba. Todo creyente tiene un regalo de la gracia que recibió de parte de Dios y debe utilizarlo sagradamente respetándolo.

Una persona de fe debe valorar el regalo de la gracia que recibió de Dios. Dios les guarde.

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