“Mi lira vive llorando por una mujer hermosa. Pobre Julio de La Ossa, Rosalba lo está matando”.

No podíamos iniciar nuestra crónica sin recordar el aparte que hemos transcrito de la canción Titulada “La Margentina” de la autoría de Julio de La Ossa la cual esta presente en mi mente porque los organizadores del conversatorio sobre su vida y su obra que se realizara en el Auditorio Rafael Valle Meza de La Casa de La Cultura de Valledupar han tenido a bien invitarme para participar en ese evento tan merecido y sublime.
Importante es destacar que para al octavo Rey Vallenato nada fue fácil en su periplo vital, fue un hombre sufrido desde su primera infancia pero luchador y triunfador en la vida, no había cumplido aun sus primeros dos años de existencia cuando perdió a su madre doña elvira Domínguez, así comenzaron sus primeros pasos por este mundo hasta construir su meteórica carrera musical que lo llevó a la inmortalidad, como usted lo lee… su inmortalidad porque el como Jesús de Nazareth como el con su partida a su encuentro con Dios no murió sino que se inmortalizó, y solo morirá cuando dejemos de escuchar y de cantar sus canciones y eso es imposible.
Mis investigaciones dan cuenta de 182 canciones de su autoría y son para mi las de mayor recordación y recurrencia Radial La Margentina, Mi visita, Adiós María, Orfelina y La Margentina, y tiene el merito de ser autor de la canción que tiene el titulo mas exótico en la discografía de la música vallenata después de “El proyectil que mato a mi primo” de Juancho Polo, es “Puño molio un canto de muy mal recibo por las mujeres perequeras, igual se presenta en su extensa obra como autor e interprete de sus canciones que una de las mas populares de su interpretaciones “La Colegiala” tiene una particularidad que comparte con Rubén Darío Salcedo los derechos autorales sobre esa criatura apreciada por los melómanos y popular en el mundo ya que Rubén es autor de la letra y Julio de la música, otra curiosidad es que la melodía de La Margentina es una de las mas usuales en los concursos de piquería en todos los lugares a donde se realizan concursos .
No pudo Dios escoger una fecha mas apropiada para que viniera a este mundo esa criatura después de haber navegado nueve maravillosos meses en el vientre grávido de su madre, el vio la luz por primera vez en Chochó el 20 de julio de 1936 día de la Independencia Nacional y nos anuncia el calendario santoral que es también el día de “San Elías Profeta” y la verdad ninguna de las dos efemérides le quedo grande porque en el campo musical con sus briosos arpegios desde sus inicios piso firme y soltó el grito de su independencia porque rompiendo paradigmas adoptó su propio estilo sin copiarle nada a nadie, independiente, y soberano marcando de entrada la diferencia con la rutina aceptada y característica de sus laterales generacionales y regionales, así colocó su propia impronta a todo lo que tocaba, por eso su nota es inconfundible, de ello dan cuenta sus melodiosos arpegios y sus larguísimos interludios.

Su música no se parece a la de ninguno de los demás acordeoneros, fue un aventajado, cuando se escucha alguna de sus canciones interpretadas por el, sin escuchar su voz inclusive uno sabe de inmediato que es el epónimo hijo de Chocho, por sus trazos transportados de ida y vuelta, de subidas y bajadas y sus súbitas rastrilladas del teclado que adornaban la percepción melódica de lo que tocaba y mayor complacencia a quien escuchaba.
Igual en su circulación entre nosotros emuló al Santo del día de su onomástico porque contrariando lo que dijo Jesús en la Sinagoga ante los incrédulos al afirmar “De cierto os digo que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra”, Julio si porque fue profeta en su tierra y también en la ajena porque en las sabanas de Bolívar, Sucre y Córdoba fue un ídolo, y en la región del Cesar, La Guajira y el Magdalena no solo lo fue sino que lo sigue siendo; por algo en una entrevista Alejandro Duran expreso con toda humildad su admiración por su forma de tocar cuando dijo: “Si yo tomara trago me gustaría que mis parrandas me las amenizara Julio de La Ossa”, y como el también tenia “Tres sedes” porque nació en el Departamento de Bolívar, posteriormente por Ley lo volvieron Sucreño y finalmente Vallenato de corazón, como le contó Alejo a David Sánchez Juliao, “Soy Magdalenense de nacimiento, Cesarense por Decreto y Cordobés de corazón”.
Es de los Reyes Vallenatos vallenatos de mayor recordación y no es para menos, el veredicto que lo declaro ganador en el Festival Vallenato en 1975 es de los menos controversiales que se han proferido en el certamen, aquella vez se enfrentó y supero en franca lid entre otros a tres gallos jugaos en la ejecución del Acordeón a Ovidio Granados, Cesar Castro y Beto Rada, todos hicieron sus presentaciones impecables pero el Pequeño Gigante les propinó el tiro de morcillera con la magistral interpretación de la ”La puya saramuya”, aquel día y para siempre se echo al publico vallenato al bolsillo y ellos se robaron su corazón y prueba de ello fue su manifestación de ultima voluntad para que el día que Dios lo llamara a su presencia lo sepultaran en la Ciudad de Los Santos Reyes, deseo que le fue complacido por su distinguida familia
Este hombre, musico completo que tocaba, cantaba y hacia canciones de estatura media y contextura delgada no solo fue triunfador en el Festival Vallenato, sino que también se corono Rey en 1986 en el Festival Hombre Caimán de Plato Magdalena y después en 1990 la que le faltaba, en su tierra se alzó con el titulo de “Rey sabanero del Acordeón” en Sincelejo.
El 28 de septiembre de 1998 comenzó a tocarle a Dios, no podía ser en otro tiempo porque los tiempos de Dios no son ni cortos ni largos son precisos y es el de septiembre el escogido por el altísimo para llevar a sus santos cielos a la gente que en la música predico con el ejemplo, el comparte allá con otros septembrinos como Hernando Marín, Carlos Huertas, Miguel Duran, Ramiro Colmenares, Colacho Mendoza, Tova Zuleta y la Cacica Consuelo Araujo Noguera…Definitivamente JULIO DE LA OSSA ES INMORTAL