Edicion julio 5, 2025
CUBRIMOS TODA LA GUAJIRA

HACER EL BIEN EN MEDIO DE LA AFLICCIÓN

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Pastor ICBF Riohacha - Robinson Mejía Iguarán
Pastor ICBF Riohacha – Robinson Mejía Iguarán

12. “Mantened vuestra buena manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras”.

1 Pedro 2.

No podemos vivir apartados del mundo después de nuestra conversión. Por eso, Pedro nos enseña cuáles son las actitudes que debemos adoptar como extranjeros y peregrinos que somos. En primer lugar, debemos abstenernos de los deseos carnales, manteniendo una buena conducta. El mundo a menudo critica la integridad y honestidad de los creyentes. Sin embargo, incluso si esto sucede, debemos perseverar en las buenas obras, para que así el mundo glorifique a Dios. Además, debemos recordar cuál es la relación que debemos mantener con las autoridades de nuestra nación.

Todas nuestras decisiones deben ser tomadas “por causa del Señor” (1P. 2:13), realizando buenas obras que sean agradables a Él y actuando como siervos de Dios. Las buenas acciones de los santos reflejan el evangelio en su testimonio de vida.

Pedro exhorta a los santos que han sido llamados por Dios siendo siervos. Deben obedecer a sus amos con todo respeto, no solo a aquellos que pueden beneficiar, sino a todos. Aunque sufran alguna injusticia, deben considerar a Cristo, hacer el bien y vivir “delante de Dios” (coram Deo) en todo momento (1 P. 2:19-20).

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No importa cuál haya sido nuestro estado cuando fuimos llamados por Dios, lo importante es vivir “delante de Dios”. Esto significa seguir los pasos de Jesucristo, “nuestro ejemplo por excelencia”, quien padeció en la cruz (1 P. 2:21). Los que nos acercamos a Dios, “el Obispo y Pastor de nuestra alma” (1 P. 2:25), y recibimos de Él una nueva identidad, vivimos conforme a parámetros diferentes a los del mundo.

El mundo no es eterno. El fiel, que posee la ciudadanía del cielo, vive como un peregrino que transita temporalmente por la tierra. Por lo tanto, en lugar de buscar la alegría únicamente en las cosas terrenales, debe esforzarse por realizar buenas obras que le brinden alegría eterna en Dios. El cristiano está llamado a vivir sirviendo como un siervo.

Nuestras buenas acciones son una excelente oportunidad y manera de mostrar al Señor al mundo. Por eso, cuando atravesemos dificultades injustas, debemos recordar la paciencia de Jesús y soportarlas con fe. El fiel que sufre mientras hace el bien, recibirá una recompensa celestial. A los ojos de Dios, vivir una vida siguiendo el ejemplo de Jesús es hermoso y bendecido.

El fiel debe reprimir los deseos de la carne y esforzarse cada día por hacer el bien que desea el Señor. Dios les guarde.

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