Emotiva fue la visita de la directora nacional del ICBF en la comunidad Wayucaso, la cual fue desalojada este año en una intervención del gobierno distrital, en cabeza de José Ramiro Bermúdez.
En efecto, en medio del desalojo, las autoridades no tuvieron en cuenta que se encontraba una Unidad Comunitaria de Atención (UCA), donde se atendían a centenares de niños y niñas.
En esta UCA los niños y niñas recibían sus alimentos y muchos de ellos lograron salvarse de la desnutrición.
La directora nacional del ICBF, Astrid Cáceres, reconoció que la destrucción del espacio no se recupera.
“En la comunidad del Wayucaso, desalojada y destruida su UCA en medio del desalojo. Ahora se atiende en una comunidad cercana de acogida, vamos a mejorar el espacio pero eso no recupera el valor del territorio y ante cualquier situación priorizar el diálogo”, aseveró la funcionaria.
Cabe indicar que en su momento la Personería de Riohacha, por medio de Yeison Deluque Guerra, instó al alcalde en ese entonces para que tomara acciones para solventar las necesidades de la comunidad desalojada, que incluía niños, niñas, adolescentes, madres y adultos mayores.
Las autoridades del Distrito entregaron kits alimenticios, pero sobre la Unidad Comunitaria de Atención no se reveló si iba a ser construida.