
El Foro es un medio o espacio, originado por grupos de personas, en forma presencial o mediante plataformas virtuales, para opinar y discutir temas específicos y asuntos de interés: comunitarios, políticos, sociales, comerciales, académicos, ambientales, educativos, tecnológicos, de desarrollo urbano y rural, seguridad y derechos públicos y privados, entre otros.
A través de los foros se analizan, confrontan, discuten y comparten hechos, experiencias y conocimientos; profesional, técnico y demás aspectos relevantes, objeto de debates, para efectos informativos y aclaratorios, concluyendo en acuerdos mancomunados que sirvan para utilizarlo como herramienta de conexión, comunicación e ilustraciones; para focalizar, planificar y formalizar esquemas estructurales tendientes a activación para soluciones previstas, sobre temas y asuntos que constituyan el objeto primordial.
El Foro Mundial de Migración y Desarrollo se originó en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, año 2006, avalado por la ONU. Se iniciaron en Bruselas 2007 y siguieron en Manila, Filipinas 2008; Atenas, Grecia 2009; Puerto Vallarta, México 2010; Ginebra, Suiza 2011; Estocolmo, Suecia 2014; Turquía 2015; Bangladés 2016; Alemania 2017; Marruecos 2018; Emiratos Árabes 2020; Nueva York 2022 y Francia 2023. El próximo tendrá lugar en el Distrito de Riohacha, La Guajira-Colombia, entre los días 1 al 3 del mes de septiembre, donde por primera vez se celebrará en una nación suramericana.
En el foro estarán presentes delegaciones del Banco Mundial, OIT, Unesco, PNUD, Unicef, OIM, Acnur, OEA, Undesa y Unitar. En el foro que se aproxima en La Guajira se discutirán temas relativos a pilares de desarrollo, regulación de movilidad laboral y atención de solvencia para resolver precariedad de derechos humanos e impacto del cambio climático.

En el foro también participarán delegaciones de naciones y Estados, de gobierno internacional, medios de comunicación y ONG, en volumen personal por confirmar asistencias acreditadas, para efecto de reservas en hospedajes, presumiendo esperar una concurrencia global equivalente entre ochocientas y más de mil personas que llegarán a Riohacha, acondicionadas y adecuadas para atención conforme a las exigencias protocolarias y de seguridad implementadas por la organización, a cargo de la Cancillería (Ministerio de Exterior), dirigida por la canciller Rosa Yolanda Villavicencio, y la Alcaldía del Distrito de Riohacha, a cargo del alcalde Genaro Redondo Choles, quienes han conformado equipos humanos con la misión de asumir la operación logística, previa a la programación del evento, que tendrá lugar en la Biblioteca Héctor Salah Zuleta, distribuyendo labores individuales y de grupos, asignando responsabilidad de cumplimientos a coordinadores y directores, relacionadas con la planificación presupuestada requerida y necesaria para no quedar mal parado y terminar con éxito la programación del Foro Internacional, que se registrará en la historia del Distrito de Riohacha.
La migración es el movimiento o desplazamiento forzado de personas de un lugar o territorio a otro, local, nacional o internacional, por variados motivos de inseguridad y supervivencia humana, originados por causas extrañas, anormales y violentas; falta de garantías, en amparo de convivencia, oportunidad laboral, libertad limitada y condicionada, en régimen de opresión, represión y humillación; digna de compadecimientos, en pro de estabilidad familiar.
Hay que diferenciar emigración con cambio de residencia. Una es forzada y la otra voluntaria, en procura de mejoras, cambios circunstanciales, sociales, productivos y ambientales; lo que no resulta igual en los emigrantes que se aventuran a intemperies inhóspitas en incertidumbres, lanzándose al azar, con pocos medios disponibles, partiendo de cero, a recorrer y atravesar caminos oscuros, fangosos, rocosos, boscosos, espinosos, arenosos, movedizos y desérticos. Navegando mares y ríos sin ningún medio de protección, en viajes con destinos inciertos, enfrentando inclemencias, inseguridad, violencias, fatigas y aturdimiento; en estado deprimente, afectando la salud física y mental.
El único continente internacional de donde no se originan emigrantes es Europa. Los que más emigrantes generan son las naciones sumidas en pobrezas y miserias, con padecimiento de hambre, azotadas por esclavitud y rechazos inhumanos en destinos pernotados, huyendo de persecuciones, necesidades, insolvencias y conflictos bélicos. África, Latinoamérica y Asia son los continentes que más emigrantes lanzan al ruedo.
Ha existido mucha indiferencia con personas inmigrantes, de manera desagradable, que genera pesares dignos de lástima, de quienes deambulan sin rumbo con esperanza de milagros y ángeles que se apiaden y los socorran en la pesadilla errante y travesía de despatriados en busca de refugios.
La migración, el destierro, la esclavitud, la trata de blancas y los exilios son tortura humana que requiere de aprecio, consideración y apoyo; por amor personal, nacional e internacional. Nadie quisiera vivir esa suerte, ni mucho menos correr riesgos de emigrantes, exponiendo la vida en peligro, desarticulando el núcleo de unidad familiar, que deben conservar y proteger los mandatarios de cada nación. Rechazar y dejar a los emigrantes a la deriva no es solución. Se necesita atención mundial para prevenir incomodidades y respetar a las personas que sufren el mal de la emigración. La Organización de Naciones Unidas (ONU) debe concertar entre las naciones miembros propuestas de viabilidad mediata para atender y resolver problemas de emigración.
Entre las propuestas pueden calar, a manera de ejemplo, las de apoyos económicos correspondientes: aportes de 0,5 % de los presupuestos de la defensa nacional de los países y un 0,2 % de las ganancias de entidades bancarias y financieras. Otras entidades también pueden contribuir con mínimos aportes económicos, utilizados para enfrentar el flagelo de la emigración internacional, en circunstancias similares a aportes que se transfieren para las guerras.
Los recursos obtenidos por aportes se destinarían, una parte, para mitigar el hambre y la otra para emprender producciones agrícolas, fabriles y de prestación de variados servicios, generando fuentes de empleo que se lleven a cabo en localidades y regiones territoriales, para facilitar medios de oportunidades, labores y servicios a sus habitantes. También es factible. También se pueden acordar convenios internacionales de trabajo que requieran naciones imperiales y ricas, para variadas labores: domésticas, industriales, agrícolas y de construcción; para proporcionar o proveer en debida forma, con permisos temporales y contratos de trabajo, grupos de personas seleccionadas, exportando mano de obra, o también utilizar los territorios marginales para la implementación de producción agrícola e industrial destinada a las exportaciones.