Edicion abril 22, 2025
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Festival de la Leyenda Vallenata, versión 58° en homenaje a Omar Geles

Festival de la Leyenda Vallenata, versión 58° en homenaje a Omar Geles
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Columnista - Junior Santiago Fragoso Araujo
Columnista – Junior Santiago Fragoso Araujo

Valledupar se convierte en el epicentro de una tradición que vibra al ritmo del acordeón, y que, desde sus inicios, ha marcado un antes y un después en la historia cultural de los colombianos. ¿Y cómo nació todo esto? Hay que agradecerle a tres grandes: Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona y Consuelo Araujo Noguera, Ellos entendieron, desde el primer momento, que el vallenato no era solo música: era memoria, era pueblo, era resistencia.

Nos vamos al 27 de abril de 1968. Ese día nació el primer Festival Vallenato, y con él, el primer Rey Vallenato: Alejo Durán, quien se coronó con su ya legendario pedazo de acordeón. La idea de Escalona y La Cacica Araujo era revivir las fiestas de la Virgen del Rosario, pero con una esencia que les perteneciera, que los representara. El vallenato fue la respuesta.

El respaldo de Alfonso López Michelsen —entonces gobernador del Cesar— fue decisivo. Y más aún cuando, años más tarde, como presidente de Colombia, consolidó el festival como un evento de interés nacional. En 1986, el festival se independiza oficialmente y nace la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, encargada de salvar esta alegría del folclor.

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Un año después, en 1987, se creó una competencia especial: el Rey de Reyes, exclusiva para quienes ya habían sido coronados. Al principio se celebraba cada diez años, pero el paso del tiempo y la inevitable ausencia de algunos grandes maestros llevaron a que hoy se realice cada cinco.

En 1999, el festival se transmitió por primera vez por televisión nacional e internacional, llevando los cuatro aires del vallenato —Merengue, Paseo, Puya y Son —a rincones donde antes no se escuchaban. Desde entonces, centenares de talentos han subido a sus escenarios a demostrar su destreza, mientras el festival rinde homenaje cada año a grandes íconos del folclore.

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Este festival, en cada una de sus ediciones, se ha convertido en una oportunidad para exaltar, además de la música y sus raíces, lo que significa Valledupar como epicentro del vallenato en Colombia y en el mundo. Así mismo, ha permitido dar a conocer las diferentes escuelas de formación artística de este género en la región y consolidarse como una verdadera plataforma económica en términos de turismo y consumo.

Ahora, en 2025, nos preparamos para un homenaje que promete ser histórico. La edición 58 del Festival de la Leyenda Vallenata rendirá un merecido homenaje a uno de los grandes de nuestro folclor: el maestro Omar Geles, compositor, cantante y poeta de canciones que han marcado nuestra historia musical. Su vida y su obra serán el alma que inspirará esta nueva edición del festival.

Y es que el vallenato es mucho más que música. Como lo afirma Gustavo Caraballo, periodista y autor del libro Pedazo de acordeón, este género es el resultado de ser un país netamente oral, que se transmite de generación en generación:

“El vallenato se mezcla con la tradición oral que ha mutado por más de un siglo, porque este, en un inicio, no era una música, no era una expresión folclórica; el vallenato era un medio de comunicación. Lo que hacían los grandes juglares era irse de pueblo en pueblo llevando razones”, explica Caraballo.

“Entonces el vallenato, al sumarle el acordeón, la guacharaca y la caja, se vuelve una expresión folclórica, y muta a una expresión cultural muy fuerte. Este género musical transmite mucho de lo que somos, de lo que fuimos y de lo que buscamos ser”, concluye.

Valledupar se alista para recibir a los mejores, para hacer vibrar el corazón del folclor una vez más. Porque en este festival no solo se tocan notas, sino que también se despiertan memorias, se sanan nostalgias y se revive el alma.

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