Las palabras son de Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB), y develan lo que representa para el país el haber llegado al cierre de las consultas previas con las 235 comunidades étnicas certificadas para el proyecto Colectora, una ambiciosa apuesta del Gobierno nacional para transmitir la energía renovable desde La Guajira hacia el resto del país. Un hecho, además, que marca un hito en el camino de la transición energética en Colombia.
“Tenemos un acta en el cual, además de decir ‘sí se nos compensa en temas de agua, educación, salud, etc.’, nos dicen que como comunidad están dispuestas a que pueda haber presencia en su territorio para la construcción y puesta en marcha de una línea de transmisión que va a tener dos circuitos. Es toda una ‘autopista de siete carriles’ que hace que la energía limpia que le puede bajar los precios a la Costa y solucionar los problemas de escasez que se pueden generar a partir de 2026, se pueda conectar con el Sistema Interconectado Nacional”, dijo el presidente del GEB.
Para destrabar el proceso y construir los acuerdos fue necesario, además del esfuerzo, trabajo en equipo y dedicación constante por parte de Enlaza, filial del GEB encargada de construir los proyectos de transmisión de energía eléctrica y gestionar los activos en operación en el país, avanzar en un diálogo constructivo, sincero y permanente con las comunidades y las entidades del Estado.
“La ministra Irene Vélez y el ministro Luis Fernando Velasco hicieron un trabajo enorme con sus equipos, hablando con las comunidades, generando confianza, explicándoles que esto es un tema de interés nacional y de su territorio. Creo que con todo este pacto que se está haciendo con la población de La Guajira también se despeja el camino para que puedan culminar otros procesos. Nosotros tenemos que terminar primero la línea para que Enel, EPM, Celsia y otras empresas puedan empezar a generar la energía, pues así no tendría sentido hacer inversiones. Creo que nos vamos encaminando a que esto pueda ser exitoso y que hacia finales del 2025 ya tengamos la energía”, precisó Ortega.
Pero, “esto no está resuelto y aunque es un primer paso para poder seguir trabajando por el beneficio de las comunidades de La Guajira y del país”, ahora, dice Juan Ricardo Ortega, la apuesta es ser capaces de sacar adelante los grandes proyectos que desde esa región aportarían al país hasta 20 gigavatios de potencia entre energías solares y eólicas para lograr que Colombia, con todo su potencial, sea un país verde.
“Hoy el país tiene un ciclo de consumo de energía donde se necesitan unos seis megavatios durante las horas valle y entre 10 y 11 en las horas pico. Toda esa energía se produce con una instalación de 17 gigavatios que se está quedando corta y solo en La Guajira se pueden tener 20. Si Colombia logra tener la energía más limpia y que las industrias produzcan con energía verde, traerá enormes ventajas, porque en el mundo quien produzca con energías sucias va a tener altos costos y limitaciones para entrar a los mercados más grandes. En la costa Atlántica Colombia tiene un potencial gigante, pero requiere la energía verde. Hoy en Barranquilla toda la energía es a gas, porque no hemos sido capaces de llevar energía de otras partes del país. Esto es esencial para el progreso de la gente”, finalizó el presidente de la multilatina.
El proyecto de transmisión de energía eléctrica Colectora a 500 kilovatios es una línea de 475 kilómetros que surca 10 municipios en La Guajira y cuatro en el Cesar y está dividido en dos tramos: Colectora-Cuestecitas y Cuestecitas-La Loma.
